Diez gestos sanos para un corazón a prueba de infarto

Diez gestos sanos para un corazón a prueba de infarto

María Medina
20:49 • 28 sept. 2013

Pesarse a diario, olvidarse del tabaco, beber moderadamente, optar por las frutas y verduras y abandonar la carne roja son pequeños gestos que bien podrían reducir la cifra de los 600 infartos  al año que hoy manejan los cardiólogos almerienses. Coincidiendo hoy con el Día Mundial del Corazón, el especialista de Torrecárdenas, Manuel Vida Gutiérrez propone diez consejos para mantener sano el corazón.


Subirse a la báscula todos los días no es tontería. El sobrepeso y la obesidad son factores de riesgo  para las patologías cardíacas.


Hacer ejercicio físico de forma regular es fundamental para que la frecuencia cardíaca suba y el corazón responda adecuadamente. “Andar es mejor que nada, desde luego, pero conviene sudar, apostar por un tipo de ejercicio que requiera esfuerzo”, puntualiza Vida.




Reducir la sal que incrementa la tensión. Conviene sustituirla por otras especias que den sabor y no tengan efectos contraproducentes.


La dieta saludable, la que incluye más frutas y verduras, más pescado y menos carne (dos o tres días en semana) es una de las principales herramientas para evitarse patologías graves.




El tabaco hay que eliminarlo de raíz, dice el doctor Vida, que no tiene la misma opinión sobre el alcohol. Un vasito de vino en las comidas puede ser saludable para el corazón. “Pasarse, justo el efecto contrario”, apunta.


El café no hay que retirarlo de la dieta, siempre y cuando no se padezca del corazón. Si es así, también conviene sustituirlo por otra bebida.




Los controles sanitarios son convenientes a partir de los 40 años. Al año habría que  hacerse una analítica general en la que controlar el colesterol y el azúcar.


Tomarse la tensión a de forma periódica evitaría sustos. “Muchos de los dolores intensos de cabeza tienen su razón de ser en la hipertensión”. Si quien los padece lo sabe, ya tiene otra herramienta para mejorar su salud. Basta con acudir al médico o a una farmacia semanalmente.


Tener una cultura sana, es decir, informarse sobre hábitos de vida saludables es una fórmula sencilla y atractiva para cuidarse. Está comprobado, dice este cardiólogo que trabaja en el área de Hemodinámica del Complejo Hospitalario Torrecárdenas, que aquellas sociedades con mayor cultura sanitaria y social tienen menos problemas de corazón.


No en vano quien padece una cardiopatía y sigue bien su tratamiento, estará mucho mejor durante más tiempo.



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