Los agricultores retiran escombros y tratan de volver a la normalidad

Ayer por la mañana no se hablaba de otra cosa en el municipio de El Ejido, el tremendo aguacero que tumbó centenares de invernaderos y que trajo consigo graves pérdidas económicas para multitud de familias. La agricultura siempre ha estado expuesta al tiempo y en esta ocasión sus consecuencias fueron nefastas. A primera hora de la mañana llegaban los agricultores a sus fincas para contemplar las consecuencias del temporal y retirar los restos de nieve que pudieran quedar. Para ellos fue difícil conciliar el sueño durante la noche, ya que incluso los invernaderos que se mantuvieron en pie el pasado miércoles, podían haber caído durante la noche a consecuencia del hielo depositado en la techumbre. 

La helada se introdujo incluso a través de las orillas de las explotaciones agrícolas, quemando así la planta que había cultivada en el interior. Francisco Martín Sevilla, es uno de los agricultores que pasó momentos de pánico el pasado miércoles. Posee hectárea y media ubicada en la zona norte de El Ejido. Cuando se produjo el temporal de lluvia y granizo se encontraba dentro de su invernadero y trató de evitar que cayera realizando boquetes en el plástico. Ayer reconocía  que fue una temeridad, aunque lo cierto es que su explotación sigue en pié.

Durante la mañana de ayer muchos de los agricultores comenzaron a retirar los escombros y trataron de salvar las hortalizas. Otros se acercaron a las organizaciones agrarias para informarse de lo que tendrán que hacer a partir de ahora.

José Lopéz, es un agricultor de la zona afectada por la granizada. Sus invernaderos multitunel, lo mejor en estructuras agrarias, también sufrieron algunos desperfectos. “Espero que las administraciones competentes den ayudas y se faciliten créditos para los afectados”, indica.

El temporal también se cebó con las comercializadoras y semilleros. Es el caso de Horticultura Montoya que perdió toda la producción de planta ornamental y de pascuero de navidad. El granizo también entró y hundió la techumbre en el Semillero Águilas Bajas, aunque los daños no han sido tan graves y han podido continuar con normalidad.

Trabajo

Las comercializadoras recuperaban ayer el trabajo con normalidad, a pesar de que el miércoles veían sus almacenes anegados y sufrían desperfectos incluso en los tejados. Es el caso de las empresas que se encuentran ubicadas en el Polígono de la Redonda como La Unión o Mabe Hortofrutícola. El gerente de Mabe, Rafael López, hacía ayer balance de los daños en su empresa. “Hemos perdido 13 hectáreas que pertenecen  a ocho agricultores nuestros”.

Además, recordó cómo empezó a brotar el agua de las tuberías y a introducirse en el interior del almacén. “Temíamos que se habría roto maquinaria, pero no ha sido así y hoy hemos vuelto al trabajo con normalidad”, dijo.