Aimur alerta sobre los maltratos a mujeres prostituidas

La ONG Aimur pide “sensibilidad” a la Justicia tras la agresión a un transexual el jueves

Javier Pajarón
20:14 • 10 dic. 2013

La Asociación para la Atención Integral de las Mujeres en Riesgo de Exclusión Social (Aimur) pide a las autoridades judiciales y policiales “mayor sensibilidad” ante el peligro que corren las mujeres prostituidas en la provincia de Almería. La entidad, con un amplio recorrido en el trabajo asistencial en este ámbito, alerta sobre las agresiones sufridas por estas mujeres y las dificultades que, desde su perspectiva, padecen en las denuncias y los procesos judiciales.



Según Aimur, “los mayores obstáculos que encuentran este tipo de víctimas son los prejuicios y el estigma social que hacen percibirlas como personas culpables y no como víctimas de un delito, lo que no debe influir para que se haga un buen trabajo policial y judicial”. La asociación asegura que muchas mujeres sufren “malos tratos, lesiones e intentos de homicidio”.



La denuncia coincide con la detención de un transexual  residente en la capital y acusado de apuñalar en el pecho a un varón cuando discutían por el precio de servicios sexuales. La Policía Nacional arrestó a ambos en una denuncia cruzada por lesiones.





El varón se llevó la peor parte con un profundo corte en el pecho y tuvo que ser ingresado en el hospital Torrecárdenas, como adelantó LA VOZ el pasado viernes, mientras la mujer aseguró en su versión que trataba de defenderse cuando querían matarla, una tesis que respalda  una compañera de piso y defiende también Aimur.


En el caso de los transexuales se añade un problema vinculado al cambio de sexo, si ya se recoge en su documento de identidad y su tratamiento en los Juzgados de Violencia sobre la Mujer, una cuestión abierta todavía en la jurisprudencia.





Por otra parte, la entidad sin ánimo de lucro recuerda  la muerte de una joven que ejercía la prostitución en su vivienda de El Zapillo. E. E. fue asesinada presuntamente por un cliente que contrató sus servicios telefónicamente en enero de 2010. Tenía 42 años y todavía se busca al responsable del crimen.





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