El mayor gasto de la obra de la Atalaya para su arreglo será el poder acceder a la zona

El Boletín Oficial de la Provincia de Almería (BOPA) publicó hace unos días la licitación de las obras de reconstrucción de la Torre de la Atalaya de Níjar. Hasta el próximo día 20 las empresas que quieran concurrir para la reparación del monumento tienen de plazo para presentar sus ofertas, tal y como ha confirmado a LA VOZ DE ALMERÍA el alcalde del municipio, Antonio Jesús Rodríguez.

Obra muy compleja Por lo tanto, a partir de ese procedimiento “se valorarán las ofertas”. Se trata de un procedimiento “abierto” y según Rodríguez “en eso estamos ahora, esperando para que se agote el plazo y se reúna la mesa de contratación y comenzar los trabajos para que se finalicen antes del 30 de marzo, que es la fecha que nos marcamos desde el Ayuntamiento”.

El alcalde ha confirmado también que se trata de una obra “bastante compleja”. Primero, porque la parte de la Torre de la Aatalaya a reconstruir requiere de especializacion de las empresas ya que deben hacer trabajos de cantería, de reposición de piedras y cuestiones artesanales. Al margen de esos trabajos, la obra contempla la construcción de una acceso peatonal “y el acceso para la propia recontrtucción es complejo porque la Torre está en una ladera y es difícil acceder”.

Presupuesto Las obras están presupuestadas en 204.000 euros “pero hay que tener en cuenta que dentro de esa partida habrá que tener presente que solo el acceder será muy costoso”. El primer edil afirma que “hay que subir por la parte antigua de Níjar y el tramo para subir es complicado, se tendrán que utilizar vehículos especiales así que los constructores tendrán que aportar sus soluciones y la manera de poder llevar los materiales hasta la zona”.

Características La Torre de la Atalaya, de planta circular, es el único elemento que queda en un estado de conservación aceptable de la antigua Fortaleza Árabe.
Era utilizada como punto de vigilancia y comunicación. Está datada en el siglo XIII y fue posiblemente restaurada a mediados del siglo XIV.
Cuenta con una única dependencia situada a 4,20 metros de altura a la que se accedía mediante escala de mano por un hueco situado en la fachada norte que, originalmente, estaba cubierta con una cúpula semiesférica. Esta estancia tiene adosada a su pared de la zona este una chimenea y una ventana estrecha y larga orientada al sur.