45.000 regantes andaluces se unen para obtener agua a un “precio justo”

Responsables de las asociaciones se reúnen en Almería para consensuar acciones

Reunión de Feral en Huércal-Overa.
Reunión de Feral en Huércal-Overa.
Eva de la Torre/ Antonio Fernández
22:06 • 17 mar. 2015

Huércal-Overa ha sido el escenario escogido por los responsables de las asociaciones de regantes de Andalucía para planificar y consensuar las alegaciones que van a presentar al Plan Hidrológico de las Cuencas Mediterráneas Andaluzas que prepara la Junta.

A la reunión de la Junta Directiva de la Federación de Regantes de Almería (Feral) celebrada el pasado viernes en Huércal-Overa, asistió el vicepresidente de la Asociación de Regantes de Andalucía (Areda) y el secretario general de UPA Andalucía, Agustín Rodriguez. Estas organizaciones, que representan a 45.000 productores andaluces, 25.000 de ellos de la provincia de Almería,  reconocieron la existencia de intereses y reivindicaciones comunes para problemas que son compartidos por regantes almerienses y andaluces.

Y entre ellos, no cabe duda de que hay dos que encabezan sus preocupaciones: disponer de agua suficiente y conseguirla a un precio justo.

En este sentido, Feral y Areda defienden “el establecimiento de bancos públicos de agua que permitan aprovechar los excedentes de otras cuencas allí donde se necesiten, incrementar la dotación para Almería del Trasvase Tajo-Segura y medidas que pongan el precio del agua desalada al alcance de todos los regantes, entre otras cuestiones”, señalan desde la Federación.




Coste y calidad
¿Pero de qué hablan cuando piden agua a un precio  justo? Según los datos manejador por Feral, en la provincia de Almería el precio del agua  oscila de los 0,10 euros el metro cúbico (€/m3) que pagan los agricultores que se abastecen del río Adra, a los 0,53 que abonan los del campo de Níjar que utilizan agua proveniente de la desaladora de Carboneras.

Entre un extremo y otro, para Feral, un precio justo rondaría los 0,20€/m3, cifra que coincide con la que pagan los miembros de la comunidad de regantes de Los Morenos, en Níjar, un buen precio, pero para un agua de una pésima calidad, siendo muy dura y con un índice de conductividad (salinidad) de 7,2. Esta realidad, ha llevado a muchos agricultores a tener que renunciar al cultivo de algunas hortalizas que son más sensibles a la calidad del agua, y concentrarse en la producción de tomate y calabacín, aunque con rendimientos inferiores en un 50% a lo habitual en el Poniente.

En la reunión de Huércal-Overa también se ha planteado la legalización de pozos en el catálogo de aguas privadas en aras de una mayor ordenación de los recursos es otra de las cuestiones a estudiar por ambas organizaciones.




Agravios
“Se trata de proponer a las administraciones competentes unas medidas eficaces de gestión basadas en el sentido común y que eviten agravios comparativos, poniendo por encima de todo las garantías necesarias para conservar los regadíos que ya se han creado y poder crecer de forma sostenible, siempre que sea posible”, explica el Presidente de Feral, Jose Antonio Fernández.

Tras la reunión, las dos organizaciones acordaron establecer un calendario de trabajo para estudiar y consensuar las alegaciones que se presentarán al Plan Hidrológico de la Demarcación de las Cuencas Mediterráneas Andaluzas, actualmente a exposición pública. Hasta el mes de junio, fecha límite para formular las alegaciones, se celebrarán varias reuniones de trabajo para proponer soluciones a las deficiencias existentes en la cuenca.









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