No está apartado de la escena el presidente del Almería, pero eso que denominaba empresa cuando no lo era, empieza a serlo con su hija Lorena al frente de todo el entramado administrativo de la entidad rojiblanca.
Sus apariciones son esporádicas y carece del protagonismo que tuvo en los tiempos de gloria. Aprendida la lección de los años de penurias ha dado en la diana con el nuevo modelo y se ha ahorrado pasta en el mercado invernal ganando con los cambios realizados. Todo positivo.
Alfonso García ahora aparece en el palco de La Rosaleda como el jeque del Almería y sale más orgulloso de los partidos mientras los vientos de venta del club y la construcción de la Ciudad Deportiva giran sobre su eje.
PROYECTO
El presidente no se ha marchado del club pero ha dado un salto de calidad a su vida delegando funcionesNo se ha ido y está mucho más tranquilo con unos jugadores que a final de temporada le van a llenar el bolsillo de euros. Ha dado con la tecla del Almería que quiere.
Es nuestro jeque y que nos dure mucho porque no hemos vivido nada parecido en la historia de nuestro fútbol. Alfonso empieza a vivir como un jeque delegando funciones en el club.
Ahora vender el club ha dejado de ser la prioridad número uno para el presidente.
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