Mucho se habla de un Almería con dos alineaciones. Muchos elogios a su gran plantilla y a su buena dirección deportiva y pocos piropos al entrenador. Para mí solo ha cometido un error esta temporada y no estaba en sus manos: ganarle al Real Mallorca.
Somos afortunados en Almería por tener un gran presidente, unos excelentes futbolistas y un entrenador que ha sabido levantarse de la lona para volar gracias a su mensaje de humildad y trabajo. Me gustan os entrenadores que reparten el éxito entre los futbolistas porque siempre están a merced de los jugadores los hombres del banquillo.
Parece fácil lo que está haciendo el Almería pero no es natural ni se estila en Segunda una racha tan prolongada de partidos cargados de éxito pese a pedir la hora en algunos de ellos. Así se ganan los partidos en esta categoría, al cielo se entra de rodillas.
Creo en este Almería porque tenemos un buen entrenador que me ha convencido a coscorrones con los cambios en las alineaciones. Ha logrado que deje de ser noticia cada partido su once titular y lo está poniendo de moda en la categoría de plata.
Hay que estar muy contentos con todo lo que estamos disfrutando y esperamos mucho más porque este entrenador no da una puntada sin hilo. Sabe manejar el vestuario y llegar a los profesionales a los que respeta y valora.
Lo tengo claro señores buena parte del éxito llega desde el banquillo porque cuantos con un Ferrari se salen en la primera curva y José Gomes se ha convertido en el entrenador de moda de Segunda llevando al Almería hacia un circuito de Primera División.
La ecuación perfecta. Dinero + plantilla + entrenador= ascenso a Primera División.
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