El tiempo pasa volando y al mismo tiempo sigue siendo un juez perfecto en la vida y también en el mundo del fútbol. Estamos muy cerca de cumplir un año sin aficionados en el Estadio de los Juegos Mediterráneos, 365 días sin el corazón de la UD Almería en el recinto deportivo de la Vega de Acá. La llegada de Turki Al-Sheikh fue un terremoto a nivel informativo en la capital, pero nadie se imaginaba, como es normal, que a los pocos meses de llegar el ministro saudí a la presidencia del club rojiblanco las gradas del estadio se quedarían vacías. Han sido meses muy complicados sin ambiente en el Estadio de los Juegos Mediterráneos, pero parece como si los pocos que vamos al estadio nos hubiéramos ya acostumbrados, pero las sensaciones siguen siendo muy raras, rarísimas, desde que sales de la redacción rumbo al estadio hasta que vuelves.
Sin calor
Sin ambiente en las calles y más raro se hace cuando llegamos a un Estadio donde el silencio sigue hablando, continúa siendo protagonista en los partidos de la UD Almería esta temporada en el Campeonato Nacional de Liga en Segunda División. Hemos pasado un año sin ese corazón, que es el aficionado, en el mundo del fútbol, en una grada que cada vez se siente más triste, sin ese niño mirando a sus ídolos, sin ese abuelo haciendo de entrenador... todo sigue siendo muy diferente en el Estadio de los Juegos Mediterráneos.
El Almería por la tele no es el mismo Almería que se ve en directo desde el asiento de ese abonado fiel e incondicional a su querido equipo rojiblanco. El tiempo al final nos devolverá al abonado de la UD Almería a su butaca, a su sitio donde tantos años, tantas temporadas lleva animando al equipo, ese día también pasará a la historia, como esta semana, cuando el próximo domingo, 7 de marzo, se cumpla un año del último partido del proyecto rojiblanco de Turki Al-Sheikh con aficionados en las gradas del Estadio de los Juegos Mediterráneos. Aquel partido ante el Deportivo de la Coruña (4-0) con goles de Darwin Núñez (2), Iván Balliu y Juan Muñoz, ya ha pasado a la historia, fue el último encuentro con público en Almería.
La historia
Luego vino el parón de la Liga por la pandemia y las gradas del estadio se quedaron vacías, llenas de polvo, porque los días, las semanas iban pasando y el fútbol pasó a un segundo plano hasta que volvió con el partido ante Las Palmas. Además, no fue nada fácil la adaptación a jugar sin aficionados en las gradas porque el equipo almeriense perdió muchos partidos en esa nueva etapa en la vida, en el fútbol.
De hecho, los dos primeros encuentros en casa (Las Palmas y Alcorcón) se perdieron. Jugar en casa y sin público era como darle ventaja al rival, porque no existía el jugador número 12 para el equipo local. Hubo que adaptarse para ir ganando partidos en casa sin aficionados. En fin, un año después del último encuentro con público, las puertas siguen cerradas, pero esperando con ilusión el día que de nuevo se abran.
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