Si para la UD Almería es una final, el Amorebieta piensa que por el Mediterráneo pasa el último tren de la permanencia. El club vasco cambió los planes y se concentró durante dos días en la capital para tomarle el pulso a una jornada que puede marcar su futuro en Liga Profesional.
Su entrenador es Haritz Mujika, que tomó el relevo del héroe del ascenso, Íñigo Vélez de Mendizábal, y los números dicen que la salvación es posible. Viene de ganar en casa a Ibiza, Mirandés y Fuenlabrada, aunque a domicilio se atascó con Las Palmas y Real Sociedad B. Nueve puntos de quince posibles es un buen balance pero se encuentra a cuatro de la permanencia. Ganando en el Mediterráneo meterá una presión enorme a Sporting y Málaga. Hay mucha batalla deportiva tanto por arriba como por abajo en la tabla.
Clave
El Amorebieta va a su aire, olvidándose del lleno en el Estadio y el ambiente que se va a encontrar. Lo que más le preocupa a Mujika es que el Almería encuentre los espacios y aproveche la velocidad de los extremos para romper la contienda: “Partido duro, para trabajarlo. Es un gran equipo, un buen entrenador, puede salir en juego combinativo, buscar los espacios con Ramazani y Appiah... Nosotros también estamos en forma y sabremos dominar”.
En la primera vuelta el duelo fue extraño. Curro Sánchez adelantó a los almerienses con un zurdazo imposible para Santamaría; después un error de Makaridze puso en bandeja el empate a Iker Bilbao, que marcaba el primer tanto del club en la LFP; sería expulsado Lucas Robertone por cortar un contragolpe; y casi rozando el descuento Koldo Obieta remataba a la red un centro lateral para situar el 2-1. Por aquel entonces el grupo estaba aún por cerrarse y Rubi acudía con muchas bajas a Lezama.
Es por ello que el entrenador vasco dice que la historia será diferente aunque firmaría el mismo resultado: “Le expulsaron a un jugador rápido y condicionó un poco el choque. Será totalmente distinto, ya que la presión es alta para los dos para lograr los objetivos”.
Opciones
Avisó Rubi de que el Amorebieta no es el típico rival que sale “a verlas venir”. Estar en descenso a estas alturas es un problema porque solo quedan doce puntos en juego, pero a Mujika le convence la línea de sus futbolistas en este tramo liguero: “Fuera de casa tenemos momentos como en Las Palmas después de encajar y en la primera mitad de San Sebastián, pero no logramos ganar. Seguro que en Almería vamos a sufrir pero sacaremos nuestras armas”. La gran duda es el meta Roberto Santamaría, que se lesionó el domingo. Unai Marino, a la espera.
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