El Bilal Touré: “Mi nueva familia”

Quiere ser la nueva estrella del Almería, el recambio perfecto del nigeriano Sadiq para el primer año del proyecto de Turki Al-Sheikh en la máxima categoría del fútbol español.

El Bilal Touré ha demostrado en los primeros entrenamientos con el equipo rojiblanco de Rubi que tiene un sensacional golpeo de balón y una ilusión muy grande para hacer las cosas muy bien en el Almería al que espera ayudar, con sus goles, para lograr lo antes posible el gran objetivo de la permanencia en la Liga de la Estrellas. El delantero de Mali espera debutar este lunes de rojiblanco en el equipo almeriense.

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La afición del Almería tiene muchas ganas de ver en acción a la nueva estrella rojiblanca que ha entrenado desde que llegó para convencer a un Rubi que espera mucho de su nuevo delantero que, no teniendo nada que ver con Umar Sadiq, pero sí está llamado para que los fieles aficionados del Almería se ilusionen con los goles del nuevo ‘9’ del equipo rojiblanco. El Bilal Touré ha mostrado su ilusión en su perfil de Twitter con el siguiente titular: “Mi nueva familia. Dios bendice siempre”. La frase va acompañada con una imagen en la que el delantero de Mali aparece con camiseta del Almería.

Su trayectoria

Dio el salto al primer equipo del Stade Reims, de la Ligue 1 de Francia, procedente del filial, en la 19-20 jugando siete partidos en la máxima categoría y marcado tres goles. En el ejercicio 20-21 se integró por completo en la plantilla de la Ligue 1 y su participación fue mucho mayor. No en vano disputó 33 encuentros de Liga, 2 de clasificación para la Europa League y uno de la Copa de Francia. En el campeonato de la regularidad galo hizo 4 goles. La pasada temporada fue alineado en 21 partidos de Liga y en uno de Copa, haciendo dos goles y dando 4 asistencias.

Es la carta de presentación del recambio de Umar Sadiq para el día en el que espera debutar con el Almería en 1ª División.
Destaca por su físico, por su velocidad y por su buena definición ante la meta contraria, como ha demostrado en los entrenamientos, donde cada día se ve más integrado, y donde Mendes se ha convertido en su mejor amigo, con el que llega al Estadio de los Juegos Mediterráneos para entrenar y con el que siempre se marcha.