Castore se forra

La nueva marca de ropa que viste a la UD Almería, Castore, tiene previsto seguir con su crecimiento en los próximos meses y años. Cabe destacar que los rojiblancos terminaron con Puma y firmaron un nuevo contrato. Sin embargo, este verano hubo problemas de suministro y el equipo inició los entrenamientos con una ropa que no era la de Castore. Ese retraso supuso un problema. Luego llegaría la indumentaria blanca con pantalones negros para trabajar en el Anexo.

Pero Castore va a seguir dando pasos hacia adelante en el fútbol y el Almería es uno de los clubes que le va a dar mucha repercusión gracias a competir en Primera División. La plataforma de negocios para la industria del deporte 2PlayBook ha elaborado un informe mediante el cual la marca de ropa de Reino Unido "ha captado 50 millones de libras (57,9 millones de euros) a través de un consorcio de bancos formado por HSBC, BNP Paribas y Silicon Valley Bank. Esta financiación servirá para completar una línea de crédito renovable de 25 millones de libras (28,9 millones de euros) ya asegurada en marzo. La operación valora la compañía en 750 millones de libras (870 millones de euros)".

Crecimiento

Tan bueno está siendo el crecimiento de la marca que Tom Beahon analizó con The Times que la compañía "ha convencido a los acreedores financieros para apoyar la financiación porque su ropa de fitness y sus réplicas de equipos eran relativamente resistentes a la recesión”. Castore firmó numerosos acuerdos de patrocinio con algunos de los principales equipos de fútbol de Europa: el Athletic Club (a partir de 2023-2024), el Sevilla FC, UD Almería, Bayer Leverkusen, Newcastle United y Aston Villa.

Con un mercado que se está abriendo paso en Europa para Castore, desde la dirección piensan que sería un buen momento y la la oportunidad "de llevar el modelo a los clubes deportivos de Oriente Medio y Extremo Oriente”. La empresa espera facturar 200 millones de libras (231 millones de euros) en 2023, principalmente a través de la venta online, y que el ebitda se sitúe en torno a los 20 millones de libras (23,1 millones de euros), según Beahon.