Esto es lo que hay. Esas cinco palabras, muy del día a día, valen para resumir lo que le ocurre a la UD Almería. Es incuestionable la superioridad del Athletic, que ganó claramente por 4-0, pero lo peor es que las sensaciones no terminan de mejorar. Con sus virtudes, que las habrá pero ahora no se ven, y sus defectos, que también existen y saltan más a la vista en escenarios como San Mamés, Rubi sabe que tiene que echarle mil horas de trabajo a una plantilla que como repitió en sala de prensa, “aún se está conociendo”.
Hasta se sorprendió el míster cuando el Carrusel Deportivo le preguntó si el equipo seguía tan lejos de lo que él quiere, si había visto algo positivo en el campo independientemente del resultado. Quizá la cuestión es ¿cuánto tiempo o derrotas le puede costar al Almería llegar a un nivel óptimo? no para ganar en San Mamés, porque es otro mundo ahora mismo, pero sí para competir en ‘su Liga’, que llega ya el sábado que viene contra el Rayo.
Lo mismo
Una presa fácil para los leones, actualmente varios peldaños por encima del Almería en Primera División. Encajar cuatro goles puede ocurrir, aunque cuando vienes arrastrando ya tres derrotas y malas sensaciones el golpe duele más.
Lo único potable en Bilbao fue el inicio con varias carreras de Ramazani y Lázaro, si bien otra vez los atacantes pecaron de falta de precisión, y después la entrada en el descanso de Dyego Sousa, que aportó cosas diferentes e incluso una ocasión de gol clara. Y aquí aparece una grieta grande.
Partidos
El problema actual del Almería solo lo saben Rubi y sus ayudantes. Desde fuera da la sensación de que falta un patrón, el futbolista que lleve la pelota cerca del área rival, ya que en San Mamés las pérdidas en campo propio fueron tan graves que pudieron caer incluso más goles. Que el Athletic fue claramente superior no es discutible, pero sí se le debe exigir más al Almería. Pasando la mano por encima o dando palmaditas en la espalda no se encuentran las soluciones. Hay que hacer autocrítica, conocer los errores y reaccionar.
Iñaki y Sancet, en la primera mitad; y luego Nico y Vesga en la segunda, aunque con un penalti riguroso de Arnau, marcaron los goles. Facilidades para que el rival centre, rematadores muy solos, y el tercero, de Nico, una muestra de que el delantero creyó más que los centrales del Almería a la hora de disputar la pelota.
El resultado no es culpa de la defensa, de Fernando, ni siquiera de Rubi. Cuando el Almería remontaba al Sevilla lo hicieron todos, y ahora ese vestuario es el que debe gestionar el duro resultado y las cuatro derrotas seguidas en Primera.
Sensación
Para puntuar en San Mamés había que rozar el sobresaliente y el Athletic no dejó en ningún momento respirar a su adversario. Lo peor es que frente al Rayo Vallecano sí se exige una mejor imagen, ocasiones, goles y puntos. Esta categoría no espera a nadie y el Almería se complicará más la vida si entra en la peligrosa espiral de nerviosismo. La crítica siempre será constructiva si todos asumen su parte. Se estén conociendo o no, a Rubi y a esta plantilla hay que pedirle más porque así lo pide la 1ª División.
FICHA TÉCNICA
ATHLETIC CLUB Unai Simón, Lekue, Íñigo Martínez, Yeray (Pareces, 70’), De Marcos, Dani García, Sancet (Ander Herrera, 70’), Berenguer (Villalibre, 78’), Nico Williams, Muniain (Vesga, 78’), e Iñaki Williams.
UD ALMERÍA Fernando, Mendes, Kaiky, Ely, Babic, Akieme, Samú Costa (Eguaras, 78’), Robertone (Arnau, 65’), Portillo (Leo Baptistao, 56’), Lázaro Vinicius (Embarba, 56’), y Largie Ramazani (Dyego Sousa, 45’).
GOLES 1-0, min 10: Iñaki Williams. 2-0, min 17: Sancet. 3-0, min 61: Nico Willams. 4-0, min 83: Mikel Vesga, de penalti.
ÁRBITRO Pulido Santana.
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