(3-1): ¡¡¡Este sí es el Almería!!!

Espíritu de sacrificio. Compañerismo. Hambre. Fútbol. Goles. Puntos. La UD Almería se suelta la melena y brinda a sus aficionados el partido soñado. A la plantilla se le exigía un mínimo para acercarse a los puntos y era competir, igualar al adversario y a partir de ahí ir creciendo. La personalidad que tanto pedía Rubi no se muestra solo en los micrófonos de la sala de prensa, sino en el césped, donde la pelota no engaña.

El Rayo Vallecano llegaba en quinta velocidad habiendo ganado en el descuento al Elche, pero no se esperaba que su rival soltara el ancla y le pasara por encima a base de fútbol y eficacia. 

Metidos
Si la mente está despejada, el jugador disfruta en el campo y encima el público empuja, pocas cosas pueden pasar mal. El 1-0 de Robertone aprovechando un error garrafal del Rayo en la salida de balón, es ese momento que cambia la tendencia de un vestuario. A los 7 minutos el Mediterráneo creyó, vio que el gol no está a kilómetros de distancia y que a estos futbolistas se les puede exigir porque la calidad la tienen. El interruptor que se apagó en San Mamés se encendió de nuevo.

Se le puede llamar golpe de suerte o saber estar ahí en el instante adecuado, aunque el gol despertó a la fiera. Al Almería se le veía con hambre, apoyándose en el compañero y pegando bocados para hacerse con la pelota. El espejo de la reacción rojiblanca tiene su referencia en un uno contra uno de Balliu y Embarba en el que saltaron chispas. Ese balón podía acabar en banda, en Diego López o en falta, pero nunca cerca de los dominios de Fernando. Ahí también se ganan partidos.

Disfrute La primera mitad fue de vértigo. En el 16 llegaba el segundo de Babic y en el 39 el de Touré para redondear la fiesta. El equilibrio de este Almería tiene nombre y apellido: Gonzalo Melero. Todavía con falta de ritmo al salir de la lesión, aporta experiencia y saber estar a los compañeros, al igual que una actuación de Baptistao para enseñar a los que quieren ser futbolistas profesionales. Fue a todos los balones, tácticamente imperial y ayudando a Mendes en labores defensivas. Este sí es el Baptistao que quieren Rubi y la afición.

El Rayo metió dinamita tras el descanso y el Almería también consiguió dar con otra tecla que te exige la Primera: controlar la situación. No ocurrió nada alrededor de Fernando hasta el gol de cabeza de Catena en el minuto 85. En el ambiente se notaba que el cuarto podía llegar en cualquier instante.

Pero la roja a Adri Embarba por una falta clara a Iván Balliu generó nerviosismo en el ambiente. Bebé lanzó al poste en una acción que con empate o en otro partido acabaría besando la red.

Espíritu
Así sí. Este es el Almería que da el nivel para Primera División. Si el contrario pega dos patadas, los hombres de Rubi dan cuatro. Si Baptistao tiene que hacer kilómetros para bajar a defender y pide el cambio en el 64, se le aplaude. Que la línea defensiva fue una muralla indestructible, se dice. Y lo que transmite una alineación que de la noche a la mañana ha pasado de los malos gestos en el campo y las dudas al máximo compañerismo e ideas claras. 

El punto de inflexión para Rubi, la plantilla y la afición. Disfrutar y sonrisa de oreja a oreja, que esto es Primera.

FICHA TÉCNICA

UD ALMERÍA Fernando, Mendes (Kaiky, 92’), Ely, Babic, Akieme, De la Hoz, Robertone (Eguaras, 76’), Melero (Samú Costa, 64’), Baptistao (Pozo, 64’), Embarba y El Bilal Touré (Ramazani, 76’).

RAYO VALLECANO Diego López, Balliu, Lejeune (Santi Comesaña, 45’), Catena, Fran García, Unai López, Pathé Ciss (Óscar, 45’), Salvi Sánchez (Falcao, 45’), Isi Palazón (Nteka, 85’), Trejo (Bebé, 71’), y Sergio Camello.

GOLES 1-0, min 7: Lucas Robertone. 2-0, min 16: Babic. 3-0, min 39: El Bilal Touré. 3-1, min 85: Catena.

ÁRBITRO González Fuertes.