Rubi no está solo

La victoria frente al Rayo Vallecano no solo ha espantado a los ‘grajos’ que volaban por Almería sino que pone un mensaje directo al presidente que daña la vista: el entrenador no está solo y cuenta con una plantilla capaz de dar un paso al frente.

La semana previa al partido UD Almería-Rayo hablaron los jugadores sobre la unión del vestuario y la confianza en el entrenador. En este mundo del fútbol cargado de ‘palabrería fina’ podía sonar a chino, pero dieron la cara en el campo y reforzaron a su entrenador ante el peligro de una destitución anunciada por los malos resultados.

Ganar un partido en Primera te da un mínimo de dos semanas de vida y a por ellas va un entrenador que no se sale del guión por malos que sean los vientos, y pone mesura en plena tempestad. La procesión va por dentro y sabe bien donde se mete Rubi porque la exigencia del UD Almería es superior a la media de los clubes que luchan por mantener la categoría.

Fuera del descenso

Todos sabemos que peor que una mala racha por larga que sea, a los presidentes lo que les pone de los nervios es ver peligrar su proyecto deportivo y eso solo lo da ver al equipo entre los tres peores de la categoría. Rubi no está solo en la tarea y los llamados pesos pesados de la plantilla han sido los primeros en dar un paso al frente para demostrarle que puede contar con ellos.

Turki habrá tomado nota de lo que todos queremos en esta provincia y seguro que cargará las pilas de la paciencia con el entrenador, porque le ha puesto una plantilla que es como un diamante en bruto y los milagros en fútbol se hacen a base de tiempo. ¿Tiempo?

El acierto de Rubi fue poner experiencia en el campo y le toca a Turki dar el siguiente paso en el sentido de mantener la calma con el técnico y la plantilla.

Mucho pedimos sabiendo que entrar en puestos de descenso es encender las alarmas, y con ello, meter presión a un equipo que dice su entrenador que sabe jugar finales. Quedan unas cuantas y Rubi no está solo para ganarlas.