Que el Almería defiende mal lo lleva en la clasificación con unos goles en contra que le colocan entre los más encajadores de la categoría. Le hacen daño por las bandas, por el centro, por abajo y por arriba. Otro gallo cantaría defendiendo mejor.
El oficio de la Primera se está adquiriendo a fuerza de gorrazos y encajando goles que ponen la cara roja como los dos de Valencia para no ir más lejos. Marcando dos goles fuera se debe de ganar.
Hay que tapar el agujero para vivir tranquilos en Primera. Turki pide más puntos a sus muchachos y estos deben de empezar defendiendo bien para estar más cerca de la victoria.
Retratados
Hoy con tantas cámaras por los campos el cuerpo técnico del Almería puede ver quién falla en cada gol y como remediarlo. Unas veces Ely, otras Babic y en la última salida al pobre Mendes lo acribillaron.
Esas alternativas Pozo-Mendes en los laterales puede funcionar pero el entrenador cuando note que no está fino su defensa que lo saque a tiempo antes de dejarlo en calzoncillos en el campo ante un mal día, que lo tiene cualquiera.
Experiencia
No son juveniles los defensas del Almería pero encajan goles propios de esta categoría con despistes en la marca y sin apoyos en el cierre de las bandas.
Se ha repetido en muchas ocasiones y no se ha solucionado nada ante la sorpresa de unos aficionados rojiblancos y unos rivales que hacen sangre de los errores de la zaga del Almería.
Blandos
En Primera se defiende con el cuchillo entre los dientes y se va al límite porque al mejor despiste te hacen un gol. Esto lo sabe el equipo y su entrenador pero no hay manera.
Si solo se ha dejado un partido la portería a cero es que tenemos un problema gordo que no es nuevo pero no se termina de arreglar y se sufre más de la cuenta.
Hablando claro hace falta un central como el comer.
Hay que tener claro que los partidos del Almería no son de cero a cero.
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