En la madrugada de este martes, a las 5 de la mañana, ha dejado de existir uno de los grandes del fútbol almeriense. Una leyenda que pasó por la vida con su corazón rojiblanco inmenso y nos dejó junto a Mariano Alcaraz la historia de la Agrupación Deportiva Almería por los siglos de los siglos.
Antonio Cortés, hermano de Pepe, el impulsor del Plus Ultra en los últimos 20 años, nos ha dejado a los 76 años luchando con una enfermedad que le ha vencido rodeado de su inseparable Leonor y sus hijos Antonio y María Luisa.
Antonio Sánchez Cortés está en el Tanatorio Mediterráneo en la sala 4 y la Misa será mañana a las diez en la Capilla donde sus familiares y amigos le despedirán como lo que fue, un hombre bueno y cercano.
El Maestro
Antonio y Pepe Sánchez Cortés llegaron al Barrio de Los Ángeles junto a su familia en el año 1.967 cuando los Pisos de Terriza brotaban entre los bancales y las balsas de La Molineta. Su familia venía de Níjar. Pepe se hizo futbolista y Antonio entrenador. Ellos calaron entre la juventud y formaron un importante grupo con el fútbol de nexo de unión.
Antonio terminó Magisterio y compaginó la enseñanza en el Virgen del Pilar y en su academia en la Avenida de Los Ángeles y en un local debajo de la Torre 1 por donde pasaban todos los veranos los que no aprobaban para recibir las clases particulares. Antonio nunca ha perdido el tiempo y cuando cerraba su academia se iba al campo de La Balsa primero y de Los Ángeles después para enseñar fútbol.
Una de sus grandes obras fue la puesta en escena del Torneo de Los Ángeles en el año 1973 junto a su amigo Juan Rojas poniendo a todo el barrio a jugar al futbito. Luego llegaría la plena dedicación al equipo de su barrio sacando y educando jugadores.
El Almería
En casa de los Sánchez Cortés todos eran del Almería, por aquellos tiempos la Agrupación Deportiva de la que Antonio era un socio destacado, capaz de tomar la palabra en las asambleas y cuestionar la gestión del club. Desde Regional a Primera llegó como un cohete aquel club al que Antonio junto a Mariano Alcazaz dedicaron mucho tiempo libre.
Unidos por su sentimiento rojiblanco se pusieron a recopilar toda la historia de la AD Almería y nos regalaron una obra impagable con las mejores imágenes de aquella gesta. Hoy ese libro está en el salón comedor de miles de hogares almerienses. Gracias, Antonio. Gracias, Mariano.
Antonio quería y amaba a su Almería y en su caminar por el Paseo hasta la Plaza de Santa Rita se paraba mil veces con los aficionados para comentar lo último del club de sus amores. También solía pasar por Deportes Blanes para habar con Guillermo.
El Plus Ultra
Su última gran obra con el deporte y la educación de la mano la realizó junto a su hermano Pepe entrando de la mano en un Plus Ultra necesitado de ayuda y al que se pegaron como una lapa para relanzarlo con niños que iban sacando de la calle para integrarlos en el club. Pepe se encargó de todo lo deportivo y Antonio era su brazo derecho siempre aglutinando y orientando a los futbolistas.
Una de sus ilusiones en la recta final de su vida era recordar aquel torneo de futbito de Los Ángeles del que tan orgulloso estaba. Me mandó las fotos y tirando del hilo recordamos el torneo del 73 y aquellos partido en el campo de Los Ángeles cuando siendo nosotros juveniles le ganábamos los jueves al equipo federado y pillaba unos rebotes de aúpa.
Almería Musical
Antonio tenía vocación de empresario y siempre le gustó la música, por ello junto a Leonor montaron Almería Musical donde los padres de Almería íbamos a comprar los primeros instrumentos de nuestros hijos. Antonio siempre echando una mano. Pero la que me hacía descuento era Leonor.
Por el negocio familiar de Antonio y Leonor pasaban cada día amigos del fútbol para echar un rato con Antonio que era un sabio del fútbol y siempre tenía a mano una anécdota de aquellos tiempos inolvidables.
Ahora entiendo como hace unos meses no me quería dar la foto actual, no quiso venir a verme. No me contó su lucha contra la enfermedad porque Antonio pasó por la vida dando alegrías y no daba tormento a nadie. Salvo cuando los juveniles le ganábamos al primer equipo.
Se ha marchado nuestro 'Maestrillo' porque así le llamábamos y lo llamaremos aquellos niños de las barandillas que le tuvimos como un referente de educación y gestión. Antonio nos llamaba por el nombre futbolístico. Yo era para él Camacho, por mi segundo apellido
Antonio se marchará escuchando el himno de la Agrupación porque "no hay equipo que te iguale porque no tienes rival" como cantamos aquellos socios del Almería.
De tu alumno Camacho.
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