“Aquí hay que poner la cara”

Había que pedir perdón a los valientes que fueron a apoyar a la UD Almería en Montilivi y después dar explicaciones en zona mixta. Lucas Robertone, como uno de los capitanes del equipo, explicó la sensación aún con la derrota caliente por 6-2 en Girona en uno de los peores días que se le recuerdan al club en su historia reciente. Aceptando que el rival fue totalmente superior, lo que no es de recibo es la fragilidad mental y futbolística que mostraron en el césped.

A la más mínima se apaga la luz y los cuatro goles encajados al descanso ponen en alerta al grupo: “Derrota muy dolorosa en cuanto al marcador y al juego. El equipo no estuvo a la altura y hay que hacerse responsable”. Comentó Rubi que tocaba disculparse y cargaba él con la culpa de lo ocurrido en Montilivi. Para Robertone no sería justo echar la tierra encima del técnico porque son ellos los que salen a los campos. Autocrítica necesaria en todas las esferas para reaccionar ya: “Todos somos responsables de esto, poner la cara, asumir las cosas que se hacen mal y mirarse uno mismo. No hay tiempo que perder ahora, LaLiga se va acercando a su desenlace”.

Débiles
Una cosa es perder en Girona y otra la forma. El hundimiento general del Almería preocupa a todos porque el calendario se complica con FC Barcelona, Villarreal y Sevilla en el horizonte, y a los problemas futbolísticos se une la debilidad psicológica del vestuario, en especial si juega fuera. Robertone no recordaba una noche tan dura en su todavía corta carrera deportiva como la del viernes en Montilivi. “El primer gol marca el rumbo. Una vez que nos hacen el tanto no levantamos la cabeza, no mostramos la personalidad necesaria y nos caemos. Cada oportunidad iba a la red. Un día negro”, apuntó Lucas.

Goleada
El argentino puso como ejemplo al Girona de la primera vuelta. Se fue 3-0 al descanso y casi empata en la última jugada. Esa capacidad de reacción, de no rendirse frente a la adversidad, es lo que le viene faltando al grupo durante los desplazamientos. Si la cabeza no funciona, las piernas menos, y Robertone lo tiene claro: “Nos duele mucho perder así con tanta diferencia en el resultado. En casa fuimos nosotros los que ganábamos al descanso 3-0 y acabamos 3-2. Eso es lo que nos falta, reaccionar cuando marca el rival y seguir peleando”.

Más de lo mismo
Una victoria en las últimas ocho jornadas y misma historia lejos del Mediterráneo. Lucas Robertone no esconde el gran problema del Almería, y es la nula capacidad de encontrar soluciones ante la adversidad. El golpe anímico quizá fue más fuerte que el deportivo para los profesionales. “Nos desorientamos y entramos en no poder levantar la cabeza. No sé si es falta de personalidad o concentración, pero ahí queda el resultado tan amplio”, finalizó el argentino.