Rubi dice que hay vestuario

El Almería de las mil alineaciones si quiere salvar la categoría deberá tener un vestuario sano porque como dice Juan Melero. “Si no hay vestuario nos vamos al hoyo”. El entrenador asegura que van todos a una y la unión salta a la vista. Convencido.

Si esa unión pregonada por entrenador y futbolistas es real seguro que siguen en Primera, porque cualquier rotura en el vestuario se refleja primero en el campo y luego en la clasificación.

No es fácil manejar a los que no juegan y los entrenadores dicen que a veces el éxito está en el grupo, porque todos los futbolistas firman contratos de titulares: todos. Nadie quiere ser un suplente.

Unión

La palabra clave que define a un vestuario es la unión que debe de existir en los malos momentos porque en los buenos no hace falta hacer un asado argentino.

Cuando llegan los malos resultados salen las rencillas y brotan las desavenencias que van al campo primero y a la clasificación después: pasa en los mejores clubes.

Manejo

Si el entrenador es experto lo de hacer vestuario le viene de serie y lo lleva todo bajo control pero mucho cuidado si se le va de las manos porque tiene que hacer la maleta.

Un grupo de profesionales con sus representantes adosados y los egos incorporados necesita de mucho esfuerzo el poder gobernarlo. Si no lo logra el técnico ya tiene mucho ganado.

Firmeza

Hay entrenadores padres y sargentos. Unos dan mucho cariño y otros dan la bronca en el vestuario. Cada uno a lo suyo pero siempre manejando con firmeza la situación.

El futbolista no quiere teoría y prefiere la práctica, por ello, lo mejor es jugar todo lo que se pueda y si siendo suplente entras al campo que sea para algo bonito porque si te meten con el partido perdido: que juegue el entrenador pensarán algunos.

Si hay vestuario debemos de ser optimistas.