Abonados a la vida

LA OPINIÓN DEL DÍA: Es verdad que no tenemos la afición del Athletic ni la de Osasuna y estamos a años luz de las del Real Madrid o Barça en cantidad pero no la cambio por ninguna. Dicen de los almerienses que somos muy dejados y que no amamos lo nuestro. Nos han llamado el ‘culo del mundo’ y ya quisieran muchos vivir en Almería. Es cierto que no tenemos esa masa de los grandes de Primera pero el sentimiento rojiblanco se lleva a flor de piel y ser del Almería te hace perder el sueño o dormir a pierna suelta en función de los marcadores.

Muchos se van a reír pero a mí me pasa. Me duele todo lo que sucede con el Almería de protagonista porque no es el club el que gana o pierde. No lo veo de Blanes, García o Turki. Lo noto como algo mío y si gana gano yo. He sido desde la cuna aficionado y abonado del Almería y siempre lo seré.

Mientras hago la radio o escribo trato de contenerme pero cuando veo algo injusto hacia el club me pongo de los nervios y cuando ha bajado de categoría me he llevado un palo enorme. Duermo mejor con la victoria. Seguro que no soy el único.

Sentimiento 

Hoy vivimos lo más grande con el Almería. Ya no estamos con la calderilla y con denuncias de jugadores. Olvidamos aquellas desapariciones y los encierros de los jugadores. Bueno yo no lo olvido para que no se repita. Ya no soy aquel socio de antes pero el Almería...

Hoy mirando la televisión se me rompe el corazón viendo el 3-2 del Espanyol y las lágrimas de los aficionados por la televisión en lasa gradas de Cornellá-El Prat. Ser del Almería no es sacar el abono e ir a los partidos. Va mucho más lejos.

Tradición

Los niños de mi quinta teníamos en los Reyes Magos la camiseta del Almería (con pantalán negro del Athletic) y sin escudo, pero nos llevaban nuestros padres al Estadio de La Falange y allí nos quedamos hasta que hicieron el Franco Navarro.

Los niños de antes con el carné de socio del Almería sacábamos pecho y contábamos a los que no iban el partido y las emociones de ver al equipo de la tierra. Hoy todo es más fácil pero no deja de ser lo mismo. Una afición de padres a hijos y de hijos a padres para siempre.

Almería

Ser del equipo de tu tierra debe de ser de obligado cumplimiento y ha costado mucho eliminar las camisetas de otros equipos en las gradas del Mediterráneo. Sigue habiendo madridistas y culés pero siempre del Almería antes.

Cuando gana el Almería duermo a pierna suelta y si está en Primera me siento privilegiado. Tengo claro que no he sido el único que ha perdido el sueño estas semanas porque nos jugábamos la Primera. He perdido hasta peso porque el Almería me importa.

Lo critico con las misma fuerzas que lo amo. Ser del Almería es muy especial, es la vida misma para la bueno y para lo malo.

Es un sentimiento puro.