El mismo día que la AD Almería se despedía del fútbol profesional empatando a un gol con el Real Oviedo, estampaba su firma como nuevo entrenador José Víctor Rodríguez de Miguel. El preparador murciano llegaba a un club descendido a Segunda B, pero con muchos jugadores de la época dorada que se resistían a marchar del club de su vida. Víctor, tenía apalabrados a hombres como Garay, Camacho, Maxi, Belmonte y Ricardo Martínez que pasarían a ser el bloque del equipo del ascenso.
Víctor habló muy claro a los dirigentes rojiblancos en el sentido de luchar por regresar al fútbol profesional, siempre con los jugadores que se habían comprometido y para ello hizo un gran esfuerzo el club que tenía la sede en Pablo Iglesias, pero las deudas no habían dicho su última palabra.
Ricardo Martínez que venía de encierros en la Federación para cobrar las deudas, no se podía imaginar un descenso a Tercera y la desaparición del que era club de sus amores. La vida le tenía reservado un duro revés al ‘Pibe’ Martínez pese a la ilusión desbordada en la ciudad con Gómez Pomares al frente del proyecto. Todo iba viento en popa, pero las deudas colapsaron la entidad y todos a la calle.
Estado de shock
El Almería comenzó la pretemporada, hizo fichajes, se mantenían los grandes jugadores de Primera y se proyectó una gira por el norte de África. Todo iba sobre ruedas, hasta la campaña de abonados, con más de medio campo vendido y el calendario en la calle, cuando la Federación comunicó al club el descenso a Tercera División y su plaza en Segunda B sería ocupada por el Villanovense extremeño.
Almería se quedó en estado de shock y tras jugar y perder en el Franco Navarro frente al Málaga en partido de presentación con muy buenas sensaciones, en una Asamblea de Socios en La Salle se acabó la historia de la Agrupación Deportiva Almería para siempre.
Ricardo Martínez firmó por el Linares con el que jugó tres temporadas más poniendo fin a su carrera deportiva en el club azul. Fueron Carabanchel, Almería y Linares los clubes de un jugador que dejó una huella imborrable en la afición almeriense por su pundonor y su calidad.
Como jugador y como persona su huella en Almería es imborrable.
Consulte el artículo online actualizado en nuestra página web:
https://www.lavozdealmeria.com/noticia/338/ud-almeria/259871/el-ultimo-partido