No ha muerto. Está presente en nuestros corazones. Vivirá por los siglos de los siglos entre empresarios y canteros. Con futbolistas y trabajadores. Hombres y mujeres de su Macael del alma al que tanta gloria dio. No tuvo hijos porque Dios le hizo padre de todos los que le conocieron. Ayudó a mucha gente y quería con la sinceridad y la grandeza de los hombres de la piedra. Fue, es y será siempre el hombre más querido en el fútbol de Macael y está en la lista de los grandes almerienses en el cielo y en la tierra. Hasta el último de sus días ha sido un Señor que ha mantenido y cultivado una sana amistad. Conocer a Pedro Pastor ya era querer a su Atléti Macael por el deba la vida y miles de pesetas en los buenos tiempos.
Todos los grandes empresarios del mármol han aprendido de su forma de entender la vida y la empresa. Con Pedro Pastor no hubo diferencias entre empresarios y trabajadores. Jefes, palistas y canteros iban de la mano al campo de Las Nieves y luego a la Ciudad Deportiva que lleva su nombre para cantar esos goles que solo en Macael sonaban igual.
Querido por sus empleados. Respetado por los empresarios y adorado por los aficionados a los que hacía los mejores equipos para que su Atléti paseara su gloria deportiva como los grandes. Siempre rodeado de los mejores. De aquellos que jugaban con él a la pelota. Cercano sencillo y generando por igual respeto y pasión hacia unos colores.
El hombre
Pedro Pastor Medina era un padre al que Dios le dio muchos hijos pero ninguno vivió en su casa. Todos los que nos acercábamos a él ya formábamos parte de su familia. Conocía a nuestra mujer e hijo y siempre preguntaba por ellos. Siempre padre. Muchos no lograron conocerlo en esas distancias cortas donde Pedro Pastor ganaba por goleada.
Tenía mucho dinero y no se le notaba. Llevaba los bolsillos llenos y ante las necesidades del prójimo no miraba hacia otro lado. Ayudó a mucha gente y sus trabajadores le adoraban tanto como los jugadores que fichaba para su Atléti porque ganaban más en primas que en sueldos. El legado de Pedro Pastor es inmenso. Una persona que no tiene igual.
Con Pedro Pastor llegaron los grandes cambios a la Comarca del Mármol y fue quién lideró aquella gran experiencia. Los hoy grandes empresarios se hicieron mejores a su lado y lo tenían como un referente unos y un padre otros. La Asociación de Empresarios era un sueño de Pastor que se hizo realidad con el apoyo de sus 'hijos del mármol'. Paco Cosentino y Antonio Valdés llevan a Pastor en su ADN empresarial: grandes gentes del Mármol.
El empresario
Conocí su obra empresarial de primera mano gracias a mi etapa en Radio Almanzora y era un hombre respetado por aquellos que se iniciaban y a día de hoy lideran el Mármol Almeriense. Fue maestro y padre a la vez de muchos que se iniciaban y ayudaba a despegar en un mundo tan complicado y sacrificado. Su gran obra y de la que tan orgulloso estaba no era de Mármol porque el campo de Las Nieves: lo hizo Pedro Pastor.
Cuando puso en marcha un equipo que representara a toda una Comarca se unieron todos los empresarios a su lado y lo fortalecieron con la condición de que Pedro Pastor fuera el presidente. Y así lo hizo una temporada si y a la otra también. Muchos crecieron con sus sabios consejos y no pocos con esas ayudas que no se ven y que ponía en práctica Pedro Pastor. Como buen 'macaelero' a Pedro Pastor había que ir de frente: te miraba a la cara y te 'calaba' a la primera. Pedro amó a su tierra hasta el infinito y dio gloria a su pueblo porque le salía del corazón. Pasaba largas temporadas en Águilas y en Almería pero su Macael que nadie se lo tocara.
El presidente
Su etapa en el fútbol es inmensa y si bien tocó el techo del fútbol profesional en la década de los noventa lo que a Pedro Pastor le gustaba era ver felices en el campo a sus trabajadores y a sus empresarios. En Las Nieves solo había un color: el rojiblanco. Allí no había palco ni comodidades pero ser del Atlético Macael era y será lo más grande para todos. Fichaba en un servilleta de bar y su palabra era un contrato. Se corrió la voz en el fútbol de que pagaba bien y los mejores jugadores de Almería vistieron la rojiblanca.
Nada era imposible para aquel Macael que lideró el fútbol almeriense de su mano y paseó a los mejores futbolista por el campo de Las Nieves y la Ciudad Deportiva. Bajaba al vestuario como don Santiago Bernabéu y siempre llevaba un remedio en el bolsillo en forma de billetes para levantar un partido. Quería a los jugadores como ellos a don Pedro Pastor Medina que como dice Manolo León (sabio del periodismo) siempre será para nosotros Pedro El Grande.
Quizá el día más feliz de su vida fue cuando el Mármol Macael subió a Segunda División B venciendo al Moralo por 2 a 0 en la Ciudad Deportiva. Nunca vi a un 'macaelero' más feliz.
El legado de don Pedro Pastor Medina es inmenso. Sólo él podrá reunir ante su lecho a esos hombres del mármol que ya le catalogan como eterno.
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