EL ANÁLISIS DE LA PREVIA: El partido de este viernes entre el Celta y el Almería está rodeado de una enorme presión para ambos equipos ya que los puntos van a ser decisivos en la suerte de los clubes. Ganar para el Celta será salvar a su entrenador y para el Almería echar mano de la calculadora que tiene guardada en un cajón por los malos resultados. Se habla de una última oportunidad para Rafa Benítez en el banquillo cuando él no tiene la culpa de los desaciertos de su equipo en grandes partidos que le impiden sumar de tres y a veces hasta perder un partido ganado. La puesta en escena del Celta de Benítez es buena desde la primera jornada de LaLiga pero siempre pasan cosas como le viene sucediendo al Almería. Lo peor es que todos los errores los paga el Celta con decisiones de VAR que han sido clamorosas y ese severo castigo por los errores que a otros no les pasa y de los que tanto sabe el Almería de Garitano. No es el Celta un equipo que necesite cambiar de entrenador pero las leyes del fútbol son inflexibles porque se vive de los resultados.
El Celta de Benítez ganaba su primer partido en Almería de la misma forma que perdía en Montjuic contra el Barça, siendo un equipo valiente y jugando al fútbol como pocos. Tiene cosas de 'Meigas' como se dice en Galicia y basta remitir al partido de Cádiz que lo tenía ganado y lo deja escapar en dos despistes que a otros no les condena y al Celta le viene castigando esta temporada. Son temporadas que no se dan y le viene pasando al Almería y al Celta.
La gestión de la plantilla y la propuesta futbolística de Rafa Benítez nadie la puede discutir ya que el Celta viene siendo un hueso fuera de casa y ante su afición ha recibido un escaso premio. No existe una relación entre los méritos contraídos y los puntos cosechados pero esto es fútbol y se abren todos los escenarios posibles para el banquillo.
Largo plazo
El Celta apostó por Rafa Benítez y le hizo un contrato de larga duración. Siempre ha tenido las ideas claras el club gallego sobre su entrenador y le ha mantenido en los malos tiempos. No está atravesando un buen momento pero de haber ganado en Cádiz el partido frente al Almería lejos de ser un aviso para el futuro de Benítez sería el de la confirmación en Primera División.
Viendo jugar al Celta a nadie se le ocurre meterlo entre los equipos candidatos al descenso pero su equipo se empeña en tirar puntos que valen mirar hacia Europa o meterte en líos. El entrenador no se sale de su discurso y piensa hacer algo grande en Vigo y acabar su contrato si le dejan sus jefes o las 'Meigas' se ponen de su parte. Una victoria del Almería tendría consecuencias y Benítez no tiene la culpa.
No hay memoria
Todo lo realizado hasta la fecha por el entrenador español con una hoja de servicios intachable queda diluido por los resultados y la clasificación. El fútbol no tiene pasado y se vive el presente y no se mira más lejos del siguiente partido y lo tiene asimilado Benítez. Los equipos que echaron a sus entrenadores lejos de mejorar las prestaciones se han visto igual o peor en la clasificación.
Ahora le toca a Rafa Benítez como a Garitano cada jornada que pasa sin ganar. Las leyes del fútbol están bien escritas y el entrenador tiene que ganar y no se le da ese largo plazo que al final se impone y termina dando la razón a los profesionales del balón. Cuando el Celta presentaba a Benítez como uno de los grandes entrenadores de su historia no contemplaba la situación actual.
Benítez no tiene culpa.
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