El contador a cero

El relevo en el banquillo del Almería abre las puertas a la titularidad a todos los componentes de la plantilla. Yo no hay titulares ni suplentes y el ojo clínico de Pepe Mel tiene la última palabra a la hora de confeccionar la primera alineación de la nueva era rojiblanca. Hay que tener presente que con Garitano se ha cerrado el peor de los ciclos y hasta perdiendo los diez partidos que quedan no se llegarían a igualar los registros del preparador vasco en el banquillo. Unos por querer jugar para ayudar y otros para buscarse una salida que les impida caer en Segunda División, todos se van a poner el mono de faena para que Pepe Mel cuente con ellos y coloque en el gran escaparate de Primera. Solo con la llegada de Mel no se ganan los partidos pero se ha pasado página y todos parten de cero para pelear su lugar en el Almería.

El nuevo entrenador es dialogante y te mira a los ojos. Esto siempre es bueno para los profesionales que sabrán el camino del éxito y del fracaso que separa la titularidad de la suplencia. La marcha de Garitano será un alivio para los que no participaban y los que se consideraban 'intocables' parten de cero para seguir siendo protagonistas en el colista de la Primera División.

A nivel de calle el cambio de entrenador no se entiende a falta de diez jornadas pero saben de la experiencia y categoría del nuevo entrenador para dar un golpe de timón y que el equipo vuelva a saborear una victoria. Toca trabajar y asimilar en tiempo récord el sistema de Mel que contempla siempre a los mejores para la alineación y no permite relajación alguna. Con el preparador madrileño hay que ir al límite.

Nueva etapa

Los jugadores del Almería son conscientes de la situación. Van tres entrenadores en el banquillo y los resultados no aparecen. Faltan diez partidos para cambiar la dinámica y como en su día hizo Garitano, a Pepe Mel le toca echarse toda la responsabilidad a hombros y con ello liberar a los profesionales.

Almería es una plaza bonita para los entrenadores y sabe Pepe Mel que su éxito (si se produce) no pasaría inadvertido para el presidente Turki que es el que termina dando el nombre del inquilino del banquillo. Si los jugadores responden y entrenador será el gran beneficiado porque su contrato se vería ampliado. Todos comienzan de nuevo y se confía en la experiencia de Pepe Mel.

Mismo objetivo

El Almería sigue siendo un club vendedor y pese a estar último de la fila en Primera cuenta con jugadores que tienen mucho mercado y en función de los resultados que se den en las diez jornadas que quedan las operaciones de venta serán mejores o peores. A falta de alicientes deportivos toca jugar y brillar para que se fijen en ellos y salir del Almería para evitar competir en Segunda ganando menos dinero.

Pepe Mel ha aceptado el reto de firmar por diez partidos y ser el entrenador que baje al Almería en Segunda. Pero no lo hará bajando los brazos y dada su experiencia en los banquillos para los profesionales tener a un técnico de su nivel invita a competir bien y luchar por triunfos que serán buenos para todos.

Ha vuelto a salir el sol en el Almería y se pone el contador a cero.