La misión de Pepe Mel en el Almería

Cuatro entrenadores para una temporada nefasta. La UD Almería ya tiene más que asumido el descenso a Segunda División pero no quiere cerrar su periplo en la élite sin cambiar la tendencia y firmando los peores datos de la historia de la competición. Tras Vicente Moreno, Alberto Lasarte y Gaizka Garitano, el elegido para las últimas diez jornadas es Pepe Mel. Con 61 años y una amplia trayectoria profesional, el madrileño vio en el Mediterráneo una oportunidad y no un problema. Todo lo que haga solo mejorará lo anterior y, de paso, daría un giro radical a la peor campaña de siempre. No ha venido con puño de hierro porque el vestuario lleva demasiado a cuestas, pero cuando tiene que dar un toque de atención no duda.

La misión de Pepe Mel en el Almería es amplia. La primera es que se gane un partido después de nueve meses. El tiempo se paró el 20 de mayo de 2023 con un triplete de Lázaro Vinicius al Real Mallorca. Levantar la autoestima del equipo es quizá lo más difícil. Ahora la presión no existe con la salvación a 14 puntos quedando 30 en disputa, si bien es tanto el peso y la carga psicológica de lo que viene de atrás que a la más mínima esta plantilla se cae. Para ello ya ha pedido en los entrenamientos que los esfuerzos vayan destinados a pasar el mayor tiempo posible con la pelota -por las características del plantel- y siempre mantener las líneas juntas.

Personal

Entre los objetivos a medio plazo, Mel sabe que un buen final de temporada le podría abrir de par en par las puertas de la continuidad y asumir el proyecto del ascenso. En principio su contrato finaliza el 30 de junio, pero todo puede cambiar en función de lo más importante del fútbol: los marcadores. ¿Se imaginan un grupo con Jonathan Viera de líder en el campo y Pepe Mel en el banquillo?, pues va a depender de cómo termine la Liga.

Revalorizar jugadores

Conectar con los futbolistas también es clave. Ya Garitano dejó caer en la previa del Almería-Sevilla que "son ellos los que a veces tienen que salir aquí y explicar por qué no juegan más", en referencia a las continuas suplencias de Ramazani. Con Mel todos empiezan de cero. Y otro aspecto a destacar para las últimas diez jornadas es el de cada alineación. Con el anterior míster fueron cayendo en la irregularidad grandes activos del club como César Montes, Dion Lopy, Sergio Arribas y Largie Ramazani. Ahora con Pepe Mel son ellos quienes deben demostrar que Gaizka Garitano se equivocaba. Revalorizarlos con vistas al mercado de verano, fundamental.

Limpieza

Y por último, quizá el punto clave de la misión de Mel, es elaborar una lista de jugadores con capacidad para quedarse en el bloque de Segunda División. Continúe o no en el banquillo, su ojo clínico de tantos años en el mundo del fútbol le da una cierta ventaja para saber quiénes aportarían un nivel que se ajuste a una de la competiciones más difíciles de Europa. El club le ha dado toda la tranquilidad del mundo y ahora el madrileño tiene que responder pensando, sobre todo, en el futuro.