Jonathan Viera dirige la orquesta

Ha tardado siete partidos en conseguirlo. Aguantar noventa minutos viniendo de un largo parón ha sido cuestión de trabajo y paciencia. El cuerpo técnico del Almería no tiene dudas con Jonathan Viera al que catalogan como la piedra angular del equipo. No estuvo brillante en San Sebastián pero sus compañeros le buscaban en el campo en demanda de soluciones. Pepe Mel ha pedido a sus jugadores que se diviertan pese a la clasificación, y para ello, nada mejor que tener en el campo a futbolistas de talento, y Jonathan Viera es de los mejores en este apartado. Aguantó bien dando balones y dosificando las fuerzas para llegar al pitido final que a partir de ahora será su nuevo escenario, ya que ha mejorado mucho en lo físico. Con Pepe Mel no faltará a su cita con el fútbol si se encuentra bien físicamente. Venía llegando casi al minuto 70 en los últimos encuentros y los parones de LaLiga le han venido muy bien para asentarse en el once titular y ser la proyección de Pepe Mel en el campo. Si el entrenador quiere que sus jugadores se diviertan no puede faltar el ex de Las Palmas como director de orquesta.

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Director de juego

El centrocampista canario tiene vocación ofensiva y se ha instalado un paso por delante de los mediocentros para dirigir la orquesta rojiblanca. Ha encontrado en Embarba un complemento ideal ya que el madrileño se ha adueñado de la banda izquierda y unas veces con paredes y otras con desplazamientos largos de balón le dan mucho tormento a las defensas rivales. No hizo un partido brillante en San Sebastián pero se le notaba implicado y dando ese tempo al fútbol que solo saben dar los grandes jugadores. Para lo que queda de temporada y la que se avecina en Segunda, nada mejor que tener a un Jonathan Viera enchufado y con fuerzas para llegar al final de los partidos dando empaque al equipo.

Fijo

Con Pepe Mel lo está jugando todo y ha crecido en protagonismo a medida que avanza la temporada. El largo parón con Las Palmas ya es historia y se le nota suelto en el campo y dosificando las fuerzas para llegar al final con opciones de dar ese último pase, o finalizar una jugada de peligro con esa calidad que atesora. El entrenador madrileño vino al Almería para diez partidos y no lo dudó a la hora de elegir al canario como uno de los fijos en el once titular para ayudar a los más jóvenes de la plantilla y hacer piña.

Sobrado

Cuando el Almería tiene la pelota hay que buscarlo. Con Mel en el banquillo el equipo la quiere y la juega con criterio. Es el faro que ilumina las jugadas y sabe jugar a un solo toque para no parar el fútbol y llegar al área rival en dos o tres pases precisos. Ha rozado el gol en varios partidos pero se le resiste. Todo lo demás sigue las pautas que manda Mel. A veces parece que no está en el campo pero se nota su presencia.

El otro entrenador

En Granada tras ser suplente contra el Athletic, tanto Garitano como Mel le han dado la titularidad en los partidos, siempre que su estado de forma no diga lo contrario. Se trata de un jugador que controla el fútbol y sabe dar la pausa al juego o lanzar al equipo en función de las necesidades. Es la proyección del entrenador en el campo y, dada su calidad, lo mejor es que esté hasta que pite el árbitro porque una genialidad suya vale un triunfo. Sin estar brillante en Anoeta, aguantó todo el partido y su tono físico ha ido en aumento hasta cumplir como cualquiera, tras la debida puesta a punto y el ritmo de competición que lo ha ido ganando con el paso de las jornadas.