LA OPINIÓN DEL PARTIDO: Pepe Mel, tampoco. Uno más en la larga lista de entrenadores. Se quedó a mitad de camino entre un padre o un sargento y el equipo se lo comió. Vino para diez jornadas y empezó bien encandilando con una victoria y sacando a un futbolista del filial. Parecía el comienzo de una revolución pero trató de contentar a todos y sacar a los de siempre como buen padre y se equivocó. Tenía claro hacer una revolución pero acabó sacando a los de siempre como Vicente Moreno o Gaizka Garitano y el Almería se lo comió.
Ya no va a ser el elegido para la próxima temporada y el grado de compromiso de sus jugadores ha sido mínimo. Puso a Lopy para levantarlo y acabó hundido. Apostó por un once tipo y la defensa ejecutó su plan. Una defensa de pandereta que le meten goles en todas las llegadas de peligro. Lo siento por Pepe Mel porque ha sido honrado, honesto con el club y con la plantilla pero para esto ya teníamos a Garitano. Lo tuvo en sus manos y debió armar la revolución con los niños del filial porque la afición se lo hubiese aplaudido y acabó con los mismos que nos han llevado a Segunda. También se aprende a los 61 años como yo a los 65 bebo de los más jóvenes de la redacción. Pepe Mel quiso hacer su Liga y la ha perdido.
Ni jóvenes
Marcos Peña fue su primera apuesta y luego le tocó a Milovanovic para acabar jugando con los pesos pesados del vestuario. Tuvo en sus manos demostrar a los profesionales con galones que se habían equivocado y que no le temblaría el pulso pero daba un paso atrás y con la primera victoria se aferró a su Liga para sumar el mayor número de puntos posibles y acabó como el equipo. Bueno, peor porque los jugadores tienen contrato y a Pepe Mel que tanto le gusta la ciudad de Almería va a ser que no continuará en el cargo y su revolución fallida acabará con las opciones que tenía para convencer a Turki de cara al futuro. Los chavales del filial esperaban más oportunidades pero acabó dando prioridad a su Liga por encima de armar una legión de canteranos con vistas a la Segunda División.
Ni mejoría
La victoria en Gran Canaria nos volvía locos y pensamos que todo iba a cambiar con Pepe Mel pero solo hizo cuatro puntos en sus cinco primeros partidos y en los que queda nadie le arrienda la ganancia porque tiene mala pinta el panorama. Ahora los hombres por los que apostó se irán cayendo por lesiones o sanciones y lo dejarán solo ante el peligro. Lo sabe bien Pepe Mel, no hace falta que yo se lo recuerde. Hay que elogiar sus ganas de vencer y su partido ante el Villarreal que mereció ganar el Almería más que el de Las Palmas. Quiso ser un padre y como todos los padres el corazón nos puede a la cabeza y terminamos cometiendo errores. Pepe Mel intentó una mejoría que no dio para alcanzar el objetivo de levantar el vuelo: competir y sumar.
Ni puntos
Los cuatro puntos que ha sumado el Almería de Pepe Mel pueden ser los únicos a tenor de la versión del equipo ante el Getafe. Muchos jugadores han salido retratados y su sistema defensivo es el mismo de Vicente Moreno o Gaizka Garitano. No nos llamemos a engaño que la defensa es un colador y no ha sabido taponar la sangría y vale que se hicieran goles en sus partidos pero cada vez que le han disparado al Almería se materializaron las ocasiones. Estamos ante un descenso anunciado con un reto individual de un entrenador honrado que quiso repartir protagonismos y se equivocó porque los pesos pesados no mejoraron las prestaciones y acabaron dejando a Mel con la duda de esa revolución fallida.
Mel lo apostó todo a su Liga y perdió.
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