Milovanovic, terapia de choque

En la previa del Almería B-Toledo pedía Alberto Lasarte “cariño” para el ‘9’ que ha llegado del equipo grande y no le faltaba razón a tenor de los minutos que despachó en el partido con escasa aportación al juego. Soy de los que considera que Marko Milovanovic es un gran delantero, que solo tiene 20 años y se le puede sacar mucho rendimiento. Por ello, tanto él como los técnicos del club tienen que dar un paso adelante para la próxima temporada. Se le nota fuera de la dinámica del filial y necesita terapia de choque. Un entrenador que le enseñe a moverse en el área porque a toda la fuerza que imprime a su juego le falta coordinación y eso se puede trabajar. Hay que tenerlo claro con este futbolista. O evoluciona bien o se traspasa porque el Almería pagó por él y no termina de dar su verdadero nivel. Por aquello de llegar de Primera División se le exige más.

Algo pasa con Milovanovic. Si ha sacrificado sus vacaciones para ayudarle al filial se le valora como buen deportista, pero su aportación debe ser mayor en los 60 minutos que le suele dar Alberto Lasarte. Vale que es un portento y ha marcado gol en Primera pero a un ‘9’ como es él siempre se le puede exigir porque lo tiene, al igual que a Rachad Fettal. Esa conexión con los partidos del hispano-marroquí es lo que debe encontrar el serbio, aunque ya solo quede un partido.

Portento

Nadie duda de la capacidad de Milovanovic porque ha demostrado que tiene gol y pisa el área con descaro pero le falta coordinación y seleccionar lo que toca en cada jugada. Puede ser cuestión de nervios o de una falta de terapia de su entrenador. Hay que explicarle bien todos los movimientos en el área rival y que se aplique. Lleva dos años en Almería y ha contado con buenos técnicos para pulirle los defectos pero estamos en el kilómetro cero y por mucho cariño que le dé la afición hay que empezar a dar un poco más. Es cierto que no ha trabajado mucho con el filial y también se le nota, además de aquellas lesiones en la etapa de Rubi.

Conocimiento

Alguien en el Almería deberá exponerle el oficio de delantero centro para que mejore sus prestaciones. Arrolla al contrario y hace que el árbitro le tome la matrícula en la primera jugada en la que participa. Su fuerza descontrolada le hace perder protagonismo en el juego y llama la atención de los auxiliares que a las primeras de cambio ya le pitan falta. Todo el tormento que dio Rachad es lo que se le pide a un ‘9’. Son distintos como delanteros pero los movimientos dentro del área tienen que ser medidos y siempre superando a los centrales, algo que a Milovanovic le está costando. Ese cariño que piden para él va también ligado a que el jugador puede dar mucho más.

Decisión

El Almería se tiene que sentar con Rubi y valorar si existe tiempo para que Milovanovic sea uno de los delanteros de la plantilla. Hay que tomar una decisión al respecto y no va a ser fácil ya que ahora el jugador está inmerso en el ascenso del filial. Si evoluciona lo hace lentamente y no acaba de demostrar esas cualidades que atesora. Hay que hablar con él y con su representante para ver qué planes existen ya que el jugador no puede dejar pasar más oportunidades y se tiene que asentar en la categoría de plata. Si el Almería pagó a Partizan 3,5 millones de euros es porque los vale pero algo pasa que no termina de explotar, tiene contrato hasta el 2028 y en agosto cumple 21 años.

Hay que pulir a Milovanovic porque no termina de explotar.

El Almería pagó 3, 5 millones.