Adiós a la esencia futbolística

El Almería continúa con la campaña de abonos. Para este verano el club ha establecido un periodo que comenzó el lunes pasado y concluirá el próximo viernes 26 de julio. Los días 30 y 31 de julio servirán para aquellos abonados que deseen cambiar su asiento de lugar y pueden hacerlo por orden de llegada, por lo que el día 30 de julio se volverá a revivir lo que antiguamente era una campaña de abonados: gente haciendo cola desde primera hora de la mañana, alboroto en los aledaños de los Juegos Mediterráneos y sobre todo ese sentimiento de fútbol que cada vez está disminuyéndose con los nuevos avances futbolísticos, tanto dentro como fuera del campo.

En este caso, ir a renovar el abono es muy similar a la sala de un médico en la que sacas cita previa y esperas a que llegue el turno, por lo que se acabaron las colas interminables, las acampadas la noche anterior, todas estas acciones que creaban una comunión entre los aficionados.

Ventajas y desventajas

Los trabajadores de la campaña de abonados del Almería alegan que "de esta manera la campaña es mejor, ya que no hay un agobio descomunal en los primeros días y de esta manera se dosifican las jornadas". Otra ventaja es la facilidad para recogerlo por parte del aficionado.

La afición del Almería habla

Los aficionados se han pronunciado sobre el nuevo sistema de abonos y las opiniones son variopintas, decantándose más por la iniciativa del club almeriense. Los aficionados tardan una media de 8 minutos en renovar su abono y el tiempo de espera se ameniza a la sombra de las carpas que ha montado el club para formar una especie de 'sala de espera' al aire libre, en la que en el tercer día el clima era favorable, ya que corría una brisa ideal para la ocasión. 

Por otro lado, la opinión menos concurrida ha sido que se está perdiendo la esencia en el mundo del fútbol con tantos avances tecnológicos y desaparece esa esencia que reinaba en el mundo del balompié, las colas.

Los aficionados prefieren la comodidad antes que la tradición, todavía no se echan en falta, pero con el paso del tiempo se recordarán como anécdotas.