“El objetivo es llegar a 5.000 abonados”

La UD Almería está de enhorabuena. Si tras un descenso en mayúsculas la afición ha respondido con más de 12.000 abonados quiere decir que el sentimiento está muy por encima de la categoría. Precisamente ahora es un buen momento para echar la vista atrás y comprobar que el esfuerzo de los Alfonso García Gabarrón, Ricardo Martínez, Manolo García, Jesús Verdejo, Luis Guillén y una larga amplia lista de consejeros, ha dado sus frutos. Porque Turki Al-Sheikh fue quien dio un giro radical desde su aterrizaje en la entidad en 2019 apostando por llegar a los más jóvenes, y cumplió con creces porque solo basta con analizar las fotos del último ascenso con las calles de la capital repletas de niños. 

Cerrada la campaña de renovaciones de abonos para Segunda División, toca irse 20 años atrás, a julio de 2004. El Almería se marchaba del Municipal Juan Rojas para dar el salto al Estadio Mediterráneo. Por aquel entonces había 3.500 butacas en cada uno de los fondos, 4.200 en preferencia y 3.000 en tribuna. No fue fácil la operativa para que el público tuviese un asiento parecido al del viejo campo y más con el problema añadido de la distancia con el terreno de juego. Los abonos de la nueva casa rojiblanca se presentaron bajo el eslogan "Estrena ilusión", y con un objetivo claro: "La ciudad y el equipo se merecen llegar a los 5.000 abonados", comentaba Manolo García.

Se mantuvieron precios

Con unos precios de 160 euros en fondo, 240 en preferencia y 360 en tribuna, los mismos que en el Juan Rojas, la directiva no quería perder esa masa social que por aquel entonces tocaba techo en esa cifra de incondicionales. Hace dos décadas el fútbol almeriense buscaba asentarse en la categoría de plata y el trabajo de Alfonso García también fue crucial para ir acercándose al público. De hecho, cuando ascendía a Segunda solo contaba con 3.000 socios, que a día de hoy serían impensables con una afición que ya no baja de los 10.000. 

Poco público

En cuanto al Estadio, el color azul ganaba con creces. Demasiadas butacas para tan poco ambiente hacían demasiado fría la casa rojiblanca. En el debut oficial contra el Celta, el 29 de agosto de 2004, hubo alrededor de 7.000 personas. hasta que en 2007 llegó otro punto clave de la historia. Subir a Primera disparó la ilusión con Unai Emery, luego con Javi Gracia en 2013 y por último en 2022 con Rubi. Tocar el cielo del fútbol abrió la puerta a más familias pero nada como esta campaña de abonos con 12.058 renovaciones tras una de las Ligas más deprimentes que se recuerdan. 

El Almería se daba por satisfecho con 5.000 abonados hace veinte años cuando actualmente sueña con mantener los 15.000 que vienen de Primera con las nuevas altas. Un bonito camino que inició Alfonso García Gabarrón con su equipo de confianza y que Turki Al-Sheikh ha querido empujar.