Cae el segundo entrenador en Segunda

Cae el segundo entrenador en Segunda División y este con nocturnidad y alevosía, a las 00:30 horas. Guillermo Abascal fue cesado como entrenador del Granada después del partido en casa con el Málaga (2-2). El exentrenador del equipo nazarí pasó por la sala de prensa del Nuevo Estadio de Los Cármenes, donde aseguró que "solo temo a la muerte". Poco después fue cesado en su cargo como entrenador de un Granada que no levanta cabeza en el inicio del curso en el Campeonato Nacional de Liga en el fútbol de plata.

“El Granada Club de Fútbol da por finalizado el contrato que le vinculaba con el entrenador Guillermo Abascal. El técnico sevillano llegó a la entidad rojiblanca el pasado verano. En la presente temporada ha dirigido seis partidos en Segunda División. El Club le desea la mayor de las suertes en su futuro profesional, así como a su cuerpo técnico”, señaló el escueto comunicado de prensa que el club publicó pasadas las 00:30 horas de la noche.

El recambio

Desde Radio Granada Cadena SER se apunta a José Rojo Martín 'Pacheta' como uno de los candidatos al banquillo del Granada, un equipo que ha ganado un partiido, empató tres y ha perdido dos. Marcó 8 goles y encajó 10 en las primeras seis jornadas de la temporada en el fútbol de plata.

En el cuerpo técnico de Guille Abascal estaba el almeriense de Carboneras, Maikel. Esperaba aportar su experiencia en el Granada para lograr el objetivo del ascenso a Primera División, pero la mala racha en las primeras seis jornadas ha puesto punto y final a su etapa en el club nazarí. Maikel es un hombre de club.

Banquillos calientes

Es el segundo entrenador cesado en el inicio de la temporada en Segunda División, donde los grandes que buscan el ascenso a la Liga de las Estrellas no les tiembla el pulso a la hora de cesar a los entrenadores. Las exigencias son máximas y el Granada no puede fallar esta temporada en la categoría de plata del fútbol español.

Óscar Cano, en el Tenerife, fue el primero en caer; ahora Abascal en el Granada... los banquillos de Segunda están muy calientes en el primer mes de competición en una Segunda División donde las exigencias son muy enormes, los grandes no perdonan y los marcadores menos aún.