Somos lo que somos por Fidel

Metió el gol de toda Almería

Fidel marco el gol de Almería en el Anxo Carro de Lugo.
Fidel marco el gol de Almería en el Anxo Carro de Lugo. LaLiga
Tony Fernández
08:04 • 22 oct. 2024

Pasó un 2 de junio de 2018 cuando el Almería se derrumbaba hacia la Segunda División B sin visos de continuidad. Aquella plantilla de la que algunos se borraron tenía un profesional cualificado que vino para subir a Primera División y dejó huella por su dedicación al club. Criticado como a sus compañeros porque no salieron las cuentas y el descenso se acercaba, daba un paso al frente y se apuntó a la lista de Fran Fernández para la causa. Había solo una oportunidad para seguir en LaLiga. Nada se jugaba el Lugo que tenía un almeriense en su banquillo, Francisco. Nada de confianzas y una lista de convocados que llenaba de miedo a la afición de Almería con hasta 5 futbolistas de la cantera que apuntó un valiente de los banquillos como Fran Fernández. Si hoy somos lo que somos es gracias a un futbolista honrado que marcó un gol y tiró del carro en un partido con arbitraje lamentable regalando un penalti al rival.



Nadie le hizo un homenaje. En Albacete lo desconocen y en Almería como a la mayoría de sus compañeros los aficionados le dieron carpetazo porque la temporada no fue buena. Seguro que Fidel pudo hacer más en aquel Almería, seguro, pero la temporada se dio mala y se cumplió el objetivo con su gol. Mucho se habló después por lo 'bajini' de los que estaban y de los que se 'lesionaban' al grito de: "que a Lugo vaya otro". Fidel no se borró y marcó el gol que daba una permanencia tan importante como un ascenso a Primera porque detrás de aquello no había nada. Bajar en Lugo era el adiós.



Profesional



Fidel Chaves de la Torre ha dado luego muchos pases y ha marcado muchos goles. Ha jugado en Primera y ahora viene con el Albacete que debe saber lo que hizo por el Almería. Su gol en el Anxo Carro de Lugo pasó a la historia del Almería. Forma parte de la huella de carbono del club porque si no lo llega a marcar hoy nadie sabría donde estaría el club. Sabía aquella plantilla que jugaban con el futuro del club. Eran conscientes de que no había nada detrás de un descenso. Alfonso García ya no podía tirar del carro con su economía resentida y sin el dinero de LaLiga muchos padres de familia estaban en peligro. Fidel hizo el gol y Almería grabó su nombre a fuego. No está en los libros de texto ni sale en los informativos pero ocupar un lugar en la memoria: eso es lo que importa. Para Almería siempre será un señor del fútbol.



Contexto



Hoy que el Almería destila dinero por los cuatro costados y tiene un presidente multimillonario nadie se acuerda de aquel Almería del 'hambre' al que hizo un gran favor un futbolista honrado que sabía que se le necesitaba y daba un paso al frente. Fran Fernández supo ejercer de buen almeriense y dejarse la vida por la causa. Él fue el que hizo el milagro con la complicidad de un profesional que miraba hacia atrás y notaba las necesidades de esos empleados del Almería (pocos) que irían a la calle con el descenso. Fidel celebró el gol como un almeriense del barrio de Pescadería. Lloró de la emoción porque sabía que el gol no lo metía el; fue Almería. Sabía el jugador lo que se respiraba en la ciudad y cuando vio el balón en las mallas notó como empujaba toda una provincia. El gol lo metió Almería repito. Una provincia que se podía quedar sin fútbol seguía en LaLiga.



Memoria



Los buenos aficionados no se han olvidado de Fidel y le van a recibir con un enorme cariño. Es un futbolista que defiende otra camiseta pero somos lo que somos por su gol en Lugo. Nada de lo que llegó después de aquel día de junio de 2018 sería igual sin su gol: el gol de Almería. Alfonso García pudo recuperar su dinero vendiendo el club a Turki Al-Sheikh. Fran Fernández es uno de los mejores entrenadores de España y Fidel juega en un Albacete que apunta alto en Segunda División. Juegue donde juegue y vaya donde vaya Fidel lleva el cariño de toda Almería y hasta aquellos que lo criticaron lo perdonaron cantando (y muchos llorando) aquel gol que va en la huella de carbono de un Almería que después de su gol volvía a disfrutar de la Primera División.


Sin Fidel no habría paraíso.


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