Un poco de pasta basta

LA OPINIÓN DEL PARTIDO: Se han encadenado dos victorias, se pone a cinco de la cola y a cuatro del Play Off. Se gana el partido, marca Luis Suárez su octavo gol y a pares Leo Baptistao. Como para estar enfadado. Tiene razón Rubi, "no me fío del Almería" pero un poco de pasta basta. La calidad del equipo te mata y si son los jugadores mejor pagados de Segunda División se nota mucho en ataque porque te resuelven y te ganan en un plis plas. Atacando el Almería es una gozada y los males en defensa precisamente llegan por esa vocación de marcar que tienen sus hombres.

La defensa no es buena pero no tiene toda la culpa de que el equipo se parta en dos. Vean el encuentro de Zaragoza con el Almería jugando en 20 metros y el del Albacete partidos en dos con Lopy 'torero' en la primera parte y jefe de filas en la segunda mitad. Melero pone la cordura y Arnau da un pase de antología. Todo se arregla cuando el equipo ataca y se nota la pasta que valen estos jugadores. Rubi no se fía del Almería que ha pasado a ser su gran rival.

Fernando en la portería, un ataque de fantasía y una victoria más: dos seguidas. No hay triunfo malo y Rubi ha visto el mismo partido que usted y yo y entiende que el Albacete nos sacaba del campo a 'gorrazos' cuando Fernando salvaba al equipo. Los males no son culpa de la defensa, es la distancia entre líneas y la falta de un director de orquesta. Hasta que Melero no se puso a dirigir el tráfico en la medular cada uno iba tocando su instrumento. Yo tampoco me fío del Almería, pero viendo como atacan hay que ser optimistas.

Mucho dinero

Se ha ganado al Albacete por pura calidad y porque el Almería tiene el mejor ataque de Segunda y no hay manera de parar a los cuatro de arriba. Si a eso unimos que Arnau entró revolucionado y daba el pase de gol a Baptistao, su inercia ganadora contaminó al equipo que con Édgar atrás ganó en solidez y se empezaba a ver ese cartel de favorito en el campo porque como le pierdas la marca a los de arriba te hacen gol. No hace falta atacar mucho porque con la calidad que tienen cualquier rival del Almería está perdido. El Castellón pudo salir como el Albacete pero el Almería no supo corregir y se hundió moralmente cuando un poco de pasta en el campo ya le da para ganar a cualquiera. Lo malo de atacar tanto es que los laterales están vendidos y le hacen siempre un dos contra uno y llegan los centros en ventaja para los que ataca. Toca corregir.

Ataque

La culpa de que el equipo encaje tantos goles la tienen los delanteros que trabajan mucho arriba y bajan poco. Hubo muchos metros entre los cuatro y la defensa mientras que Lopy, que no es Baba, no sabía por dónde tapar las llegadas de un Albacete más ordenado. No es culpa de la defensa, es el equipo que se parte en dos, se va a marcar goles y se olvida de evitarlos. Cuando hacía Luis Suárez el tercero le dijo a Baptistao que tranquilidad y a marcar los tiempos. La cabeza se puso en modo Huesca y todos a remar más juntitos porque así lo dijo Rubi y lo hizo Melero en el campo. Eso del mejor ataque es una buena defensa se lo debe de aplicar el Almería para no dar tantas facilidades. Centelles y Pubill hacen lo que pueden porque no hubo contención en la medular y los extremos no bajaban.

Defensa

Parece de mentira en algunos partidos y rematan todo los rivales. Es la más goleada de la categoría y van once jornadas pero mientras se gane se puede trabajar mejor y corregir con vistas al futuro. Fernando sostuvo al equipo en un tramo de partido donde hubo pitos en la grada. No perdonó el Albacete, fue Fernando el que salvó los muebles. Ni son los centrales ni los laterales. Es la distancias entre líneas la que condena al Almería y en la medida que logren jugar juntos como en Zaragoza no encajarán tanto. Y si reciben gol que estén tranquillos que los de arriba ya se encargarán de seguir marcando y haciendo más grande al Pichichi de Segunda División. Rubi no se fía de su equipo pero a lo tonto a lo tonto ya tiene 15 puntos, mira hacia arriba y la suerte empieza a estar de su lado. Este partido hace un mes se pierde.