Cuando en un mismo cambio entraron al partido Arnau y Pozo nadie podía imaginar la iban a liar dos futbolistas de corte obrero que no brillan tanto pero hacen mucho. Ese jugador llamado "indetectable" por Rubi estuvo sobresaliente y se volvió un puñal para el Granada incapaz de parar sus llegadas haciendo bascular a la defensa para que por la otra banda Centelles entrara a placer para centrar. Lo de Arnau Puigmal es apellido y lo de puñal lo que representa en un nuevo Almería que le tiene en los altares por su entrega y dedicación. Sus capacidades son enormes y pararlo se hace imposible. Si a esto unimos la complicidad de Pozo a la hora de desbordar por banda ya tenía el Granada donde arrimar el hombro para tranquilidad de Arribas, Luis Suárez y Nico Melamed que se sumaron a la fiesta abriendo brecha en una defensa incapaz de soportar la avalancha. Hoy se ha puesto de moda la figura del agitador de partido y los entrenadores se reservan uno o dos cambios para ello. Rubi lo descubrió en Primera División en un partido ante el Sevilla y cuando apuntaba a salir este verano se ha convertido en una pieza imprescindible.
Arnau fue el puñal que necesitaba u Almería que jugó muy bien todo el partido y era penalizado por un error de Lopy. El Granada lo fiaba todo a su defensa y el Almería iba dando pasos desde el banquillo para darle la vuelta al partido. Centelles que no estaba brillando lo hizo cuando entraron Arnau y Pozo para hacer vascular a la defensa granadina. La banda izquierda era una autopista para facilitar centros y por la derecha ser armó la revolución con el puñal de Arnau y siempre la complicidad de Pozo. Fue una operación rescate en toda regla porque hoy todos hablan de los goles del Pichichi y Melero cuando el agitador del partido fue Arnau y su puñal por banda que se vuelve indetectable.
Imprevisible
Al indetectable Arnau no hay que decirle mucho porque sale al campo con los dedos en el enchufe. Pode, quiere, la pelota y agita el partido desbordando y pasando la pelota al primer toque. Se suma siempre a ese dos contra uno que le sale de cine con Pozo y genera desconcierto en la zaga rival. No iba mal encaminado el Elche cuando lo pedía a gritos este verano pero Rubi sabía que iba a ser el año de Arnau convertido en un puñal para abrir la defensa rival. Tiene gol y pisa el área con decisión, Muy completo y sin saber donde está su techo hay que seguirlo y tenerlo como una herramienta de precisión para ganar esos partidos que se tuercen y tanto cuesta levantarlos en la Segunda División.
Decidido
Arnau es un jugador que sabe lo que toca en cada momento del partido. Ha mejorado en la marca y Rubi explota todas sus virtudes que son muchas. Lo de indetectable ha dejado de ser noticia para convertirse ahora en el gran agitador de los partidos abriendo pasillos para los de arriba y robando balones que suelen acabar en gol. Va sobrado de confianza ya que cuenta con el apoyo de su entrenador y cuando se abra el mercado de invierno se puede quedar tranquilo que su nombre no va a sonar como uno de los descartes y seguirá creciendo a las órdenes de Rubi. No hay que decirle mucho porque sale al campo con la lección bien aprendida y dispuesto a sumar.
Cómplices
Su faceta de puñal para la defensa rival requiere siempre de un plus. De un paso más que lo suele dar cuando busca al compañero para hacer paredes y desbordar en velocidad. Al tener eso que los entrenadores dicen que no se entrena, velocidad, todo se le vuelve más fácil ya que sabe buscar a los cómplices para esas jugadas que suelen acabar en el área rival para que Luis Suárez o Leo Baptistao las finalicen. Su tarea por la banda derecha hace brillar a la izquierda porque la defensa rival se vuelve loca sin saber por donde va a llegar a su parcela el Almería de Arnau, puñal. Sea titular o suplente siempre que sale rinde.
Menudo 'pelotero' tiene el Almería.
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