Melero, hasta que el cuerpo aguante

La experiencia es un grado en el mundo del fútbol y el Almería tiene futbolistas veteranos que son una maravilla. Gonzalo Melero es uno de ellos, uno de esos jugadores que estando físicamente bien es una maravilla verlo en el césped porque manda y sabe marcar los tiempos del partido. El jugador madrileño, a sus 30 años, está en un momento sensacional y está llamado a ser una pieza clave en la pizarra del entrenador de Vilassar de Mar (Barcelona). Hizo un partido muy completo en el Estadio de los Juegos Mediterráneos ante el Mirandés del míster italiano Alessio Lisci.

Rubi conoce a Melero con la vista y lo mismo le pasa al jugador con el técnico. Gonzalo es Rubi en el campo. La baja de Baba y Gui Guedes, ambos lesionados, fue cubierta perfectamente por un Gonzalo Melero que si las lesiones lo respetan será una herramienta de precisión para el míster rojiblanco. El centrocampista, que fue el capitán del Almería en el partido de la jornada 19 en el Campeonato Nacional de Liga en Segunda División, no era titular desde el choque en El Alcoraz ante el Huesca y que acabó con reparto de puntos (2-2).

Experiencia

La grada del Estadio de los Juegos Mediterráneos está encantada con la profesionalidad y entrega de un Gonzalo Melero que siempre ha tenido un comportamiento ejemplar desde que llegó al Almería procedente del Levante. Todos rezan en la familia de la UD Almería para que las lesiones respeten a un Melero ejemplo dentro y fuera del terreno de juego. Fichó en el Almería en 2022 y tiene contrato hasta el año 2026, por lo que le queda este curso en Segunda División y otra temporada de rojiblanco en el equipo almeriense.

Lo da todo Gonzalo Melero se entrega en el terreno de juego, pero el tanque de la gasolina a veces no llega para afrontar a tope al final de los partidos tan exigentes en el Campeonato Nacional de Liga en 2ª División.
El jugador madrileño fue protagonista por presunta mano dentro del área. Ais Reig pitó penalti, pero luego, en el monitor del VAR, decidió anular la pena máxima con toda la razón y justicia del mundo. Gonzalo Melero aguantó hasta el minuto 88.