“El papel es un muerto que goza de muy buena salud”

Tras 16 años de historia, Metáfora se convierte en una de las librerías con más solera

Isidoro Salvador posando en su librería, Metáfora.
Isidoro Salvador posando en su librería, Metáfora.
Jesús Elvira
10:11 • 16 ene. 2015

Como los grandes y estoicos molinos manchegos, la librería Metáfora, fundada y regentada desde el año 98 por Isidoro Salvador, aguanta la batalla de los tiempos modernos ofreciendo a los vecinos de Roquetas de Mar la primera tecnología humana, la escritura.




Hoy, y a pesar de las profecías casi apocalípticas sobre su futuro, su fundador sigue librando esta guerra fría a base de buenas obras y mejor criterio, y por el momento, se erige victorioso.




Un lugar para todos
Desde la novela clásica, pasando por la contemporánea y alcanzando otros géneros y estilos como el ensayo, el cómic y los libros de texto, entre sus estanterías pocas obras no hallan su espacio. Es por ello que Salvador, emigrante barcelonés que llegó a Roquetas hace más de 30 años, afirma: “Tenemos un espíritu generalista”, y no extraña al curioso que se adentra por sus espesos pasillos, cuyo entorno hace amortiguar el sonido de los pasos, encontrar ejemplares de micología, informática o jardinería. 




Por otro lado, siendo conscientes del creciente peso de la población extranjera en el municipio, Metáfora ha sabido también posicionarse como una de las librerías pioneras en toda la provincia en ofrecer un espacio con literatura en versión original. Aunque, curiosamente, su propietario advierte de que “la mayoría de libros en otros idiomas los compran los propios estudiantes”.




Evidentemente, el paso del tiempo marca también el devenir de las modas y, como en todas las facetas de la vida, la clave de la supervivencia está en la adaptación. Entre las sorpresas que asegura haberse llevado en los últimos años, Salvador apunta a “la enorme demanda de libros esotéricos y de autoayuda”. Hoy también se pueden encontrar aquí en la sección de psicología.




Capear el temporal  
Autodenominado como un “negocio familiar”, Metáfora ofrece a sus más de 15.000 clientes asesoramiento personalizado para que cada cual encuentre su libro perfecto. Por eso tampoco resulta extraño que a pesar de la crisis, no la cultural, que “haberla también la hay”, sino la económica, Salvador asegure estar recibiéndola “relativamente bien”. “Desde el 2007, fecha que marca el mejor año de ventas, hemos sufrido una caída que ronda el 20%”, subraya el librero.




La Navidad parece haber traído además algún buen dato, pues según estima podrían haber tenido un repunte del 7% con respecto al mismo periodo del año anterior, algo que alumbra el horizonte del sector pues “no se puede pasar de 0 a 100 como los coches”.




Con la mirada cargada de esperanza, otra tempestad que parece ir esquivando es la de la caída del consumo literario en papel a merced del aumento de libros en formato digital: “en un principio se pensaba que iba a ser igual que la música, pero desde los grandes grupos editoriales ya se ha ido desechando esta idea”. La adquisición del libro tradicional se mantiene no sólo en España, sino que “se conserva también su consumo en mercados maduros como el inglés o el alemán, y es más, parece que aumenta”, comenta Salvador y sentencia: “El muerto goza de muy buena salud”.


Mayores ventas
Aunque tradicionalmente uno tiende a pensar que en las librerías encontramos novelas “y poco más”, tan sólo el 40% de las ventas de Metáfora se ciñen a la literatura de ficción, en cualquiera de sus géneros. Entre esta, un acentuado crecimiento ha experimentado la novela erótica, entendida por Salvador como “la evolución de la novela rosa” y con la exitosa saga de “50 sombras”, de E. L. James, a la cabeza. Texto, idiomas, novela gráfica y cómic, ensayo, derecho y un largo etcétera componen el otro 60%. 


Entre los grandes éxitos literarios de la temporada navideña, elexperto librero destaca para los  lectores de ROQUETAS AL DIA “Ofrenda a la tormenta”, de Dolores Redondo; “El impostor”, de Javier Cercas; y “Como la sombra que se va”, de Antonio Muñoz Molina.


Cuando se le pregunta a este librero por cuál es su ejemplar favorito - “¡bufff, vaya pregunta!”- cientos de volúmenes se le pasan por la cabeza. Finalmente, tras unos segundos pensando dubitativamente y con un estilo muy “a lo gallego”, responde con un diplomático “no quiero elegir, prefiero ofrecer libros a la gente”.


Espíritu trabajador  
Trabajar cada día en un mismo lugar, con la dedicación que le caracteriza a este librero, puede terminar agotando a la mayoría de la gente. Sin embargo, Isidoro Salvador se levanta cada mañana agradecido de la profesión que él mismo se ha logrado y, es más, se considera un enamorado de la misma: “después de 16 años me sigue enamorando esta profesión; vengo siempre con muy buen ánimo”.



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