Los municipios de un tamaño tan pequeño como Senés están obligados a hacer esfuerzos extra a la hora de garantizar el futuro. Con menos de 300 habitantes censados, son pocas las posibilidades que se le presentan al pueblo. No obstante, es en los momentos críticos donde la imaginación echa a andar, y en esta pequeña localidad situada en Los Filabres están decididos a intentarlo hasta el final.
El magnífico entorno en el que se asienta es un filón que desde el Ayuntamiento se han propuesto explotar. “Tenemos las ideas claras: queremos encaminar las actuaciones del municipio hacia el turismo, haciéndolo acogedor. Senés es un pueblo muy bonito, blanco y vistoso. Además, tenemos algo muy positivo, y es que la gente que vive aquí es muy acogedora”, subrayan con orgullo desde el Consistorio. “Sí es cierto que nos hacen falta una serie de servicios para hacer el pueblo más atractivo y acogedor para el turista, y en ello estamos”, reconocen.
Atraer al visitante
El encanto que este pequeño pueblecito posee se suma a la gran red de senderos y recorridos que emanan del mismo y que se adentran en espectaculares parajes naturales idóneos para senderistas, ciclistas o para familias que busquen pasar un día rodeadas de tranquilidad. Pero no es el entorno el único atractivo que tiene Senés para el visitante.
Desde el Ayuntamiento se quieren potenciar tradiciones y costumbres como las fiestas de Moros y Cristianos con un centro de interpretación que ya está abierto, o como el aceite con la restauración de una almazara que, tras varios años, ya han podido adquirir. “Es una joya que está en licitación”, explican.
La Casa del Agua es otro de los proyectos enfocados al turismo que se han desarrollado en el municipio, lavaderos municipales de piedra donde se van a poner paneles descriptivos sobre el uso del agua en la localidad y en la provincia.
Más enclaves
Además, el Ayuntamiento quiere convertir una de las viviendas tradicionales del pueblo en un museo del sufismo, una corriente intelectual árabe que existía en algunas localidades andaluzas y que en Senés va a otorgar un valor añadido y singular.
Todo ello servirá para instaurar circuitos turísticos por el municipio para que el pueblo tenga otros alicientes basados en la tradición y la historia.
“La Diputación Provincial de Almería tiene proyectado hacer un monumento aquí como homenaje a las víctimas del COVID, así como un punto de encuentro, ya que nos encontramos justo en el centro geográfico de la provincia”, señalan desde el Ayuntamiento. Esto servirá como área de esparcimiento y se sumará a los muchos alicientes con los que ya cuenta el municipio.
Y es que, pese a su reducido tamaño, en Senés se está trabajando para que el futuro sea próspero. Turismo de todo tipo para luchar contra la despoblación. Un reto mayúsculo que en esta localidad ya están afrontando con optimismo.
En busca de familias que puedan teletrabajar
Conseguir que familias de fuera se asienten en Senés es otro de los grandes retos que el Ayuntamiento tiene por delante. Una de las claves para que esto ocurra es que estas personas estén en disposición de teletrabajar en sus empresas, es decir, que no necesiten encontrar un empleo en el municipio y sí puedan desarrollar el suyo desde Senés con un simple ordenador. Para ello, la localidad cuenta con un Internet de totales garantías que se suma a las buenas conexiones que mantiene con la capital, situada a unos 60 kilómetros, y que permiten ir y volver sin problemas en el mismo día en caso de que fuese necesario en algún momento.
A cambio, el pueblo ofrece a sus nuevos huéspedes la posibilidad de vivir en un entorno tranquilo, natural, limpio, saludable, bonito y lleno de encanto con vecinos acogedores y dispuestos a ayudar “en todo lo necesario”, tal y como afirman desde el propio municipio. Un reclamo para muchos, máxime en estos tiempos actuales, cuando la pandemia ha ayudado a parte de la sociedad a valorar estos enclaves alejados del bullicio y la masificación de las grandes ciudades costeras.
Antonio Egea Usero: ‘El Municipal’, siempre en el recuerdo de todos
Antonio Egea, conocido como ‘El Municipal’, fue una persona excepcional, entregado a su familia y a su pueblo, que los seneseros tuvieron la suerte de tener como vecino. Trabajó la mayor parte de su vida como Guarda Rural y Operario de Servicios Múltiples del Ayuntamiento de Senés, volcándose todos los días por su pueblo, estando disponible para todo aquel que necesitara su ayuda las 24 horas del día, los siete días de la semana. Una persona con vocación de servicio que ha dejado una huella imborrable no solo en Senés, sino en toda la comarca. En junio de 2017 recibió, por parte de la Dirección General de la Guardia Civil, la Mención Honorífica por haber sobresalido en el cumplimiento de sus obligaciones profesionales. El pueblo que lo vio nacer también ha querido reconocer su labor nombrándolo hijo predilecto a título póstumo. Una de las personas que Senés más ha querido en los últimos años y que se fue de forma prematura a principios de la pandemia. Sin embargo, siempre estará en el recuerdo.
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