Torrecárdenas ‘ficha’ un restaurante para dar de comer a los médicos

El grupo hostelero Entrevinos-La Jábega ha ganado el concurso por procedimiento de urgencia abierto por la gerencia del Hospital Torrecárdenas para servir los almuerzos y las cenas al personal sanitario de guardia. Serán aproximadamente unas 140 servicios diarios para los profesionales que tengan que permanecer en el centro hospitalario prestando servicio durante las horas de comidas.

Desde el cierre de la cafetería y restaurante del complejo hospitalario el pasado 23 de junio, los médicos y demás profesionales sanitarios se han alimentado con una solución de emergencia a través del servicio de la propia cocina del hospital.

A partir de los próximos meses se abrirá un proceso de licitación ordinaria para la concesión del servicio del bar restaurante, tras el abandono de la cooperativa Andarax de Hotelería. Según la dirección del propio hospital, esta tramitación podría prolongarse durante nueve meses. El servicio de máquinas de vending que también prestaba Andarax de Hostelería ha tenido que ser rescatado de urgencia por el propio hospital para poder disponer de botellas de aguas, zumos o batidos para los familiares y visitantes.

La concesionaria provisional, Entrevinos-La Jábega, cuenta con una tradicional taberna en la zona de Calzada de Castro y con un gran complejo de celebraciones en las cercanías de El Alquián. Basa su carta en la cocina tradicional, aunque sin renunciar a las nuevas tendencias. También cuenta con el Restaurante Bodega Bellavista. El anterior concesionario, la cooperativa Andarax de Hostelería, optó hace un mes por cesar su actividad por las deudas acuciantes que sufría, tanto a proveedores como a trabajadores, en una cifra cercana al millón de euros, según fuentes de la propia empresa.

La dirección del Hospital quiso, desde el primer momento, aclarar que el cese de la actividad se debe a una decisión adoptada por los propios cooperativas, debido a su situación interna de gestión, ajena al hospital. Andarax de Hostelería prestaba servicio en el ala izquierda a familiares y clientes en general y en el ala derecha a los profesionales sanitarios. Solo con este servicio, la cooperativa recibía 18.000 euros mensuales de la gerencia del hospital por pago por los menús de los sanitarios, más todas las consumiciones adicionales. La cooperativa, por su parte, debía abonar periódicamente el canon de concesión.

El problema lo tienen también desde hace un mes los familiares y acompañantes de los enfermos que no tienen en todo el complejo hospitalario ningún establecimiento de hostelería para almorzar o cenar.

La pandemia podría haber influido en el deterioro económico de la cooperativa concesionaria, pero algunas fuentes apuntan a que los problemas y los impagos a parte de los empleados vienen de más atrás. Varios proveedores no han podido cobrar las facturas pendientes y los trabajadores tendrán, unos 30 en total, tendrán que recurrir para cobrar parcialmente al Fondo de Garantía Salarial.