Habla de sus bandas como lo haría un padre orgulloso de sus hijos y lucha por ellas como solo una leona defendería a sus crías. Y, al igual que lo hace con sus bandas de Huécija-Alicún y de Instinción, lo hace con su coro rociero, la chirigota de Gádor o la charanga de LA VOZ. Es Felipe Berenguel, que, además de ser uno de los rostros más conocidos de la provincia, es uno de los responsables de que Almería suene a Semana Santa durante todo el año.
Su curriculum musical es lo suficientemente extenso como para que estas líneas se queden cortas. Como injusto resumen, basta decir que Felipe lleva en el mundo musical desde los siete años, cuando comenzó a estudiar solfeo en Instinción. A los nueve años ya tocaba la trompeta en la banda de la que ahora es director; puesto al que llega a finales de los años noventa, sin apenas patrimonio ni repertorio. Abre una escuela de música en Roquetas, monta su primer coro rociero (Salineros Virgen del Rosario), acepta la dirección de una banda de cornetas y tambores en Benahadux que se convertirá en cantera de ‘Los Iris’ actuales... En definitiva, Berenguel se ha convertido, a fuerza de trabajo y muchas notas, en uno de los nombres propios del panorama musical almeriense.
¿Cómo es posible tanta actividad a tanto nivel? La respuesta la da el propio Felipe Berenguel: “Tengo gente muy apañada a mi alrededor y yo sé soltar trabajo. En cualquier caso, minuto que doy a cada banda es minuto que doy al 100%. Me siento orgullosísimo porque de esas dos bandas van a salir grandes profesionales del futuro”.
No duda en presumir de ‘Los Iris’ y su carácter abierto: “De los noventa músicos que componen la banda, unos sesenta son de Instinción y alrededor de treinta de otras localidades”. Y es que, en efecto, hay componentes de Pechina, Benahadux, Huércal de Almería, Almería capital, e incluso un par de músicos de Ugíjar.
El trabajo de ‘Los Iris’ y su director no se ciñe a la Semana Santa. Además de los necesarios ensayos a lo largo del año, realizan más de cien actuaciones que, desde el pasado Domingo de Ramos realizan con uniforme nuevo. “Este año estrenan las dos bandas trajes nuevos", cuenta sonriente Berenguel.
Y también hay grabaciones. Una de ellas como disco propio y otra en colaboración con Canal Sur, la Agrupación de Cofradías y LA VOZ.
Una semana especial
Aunque todos podemos pensar que lo que más duele a un músico en Semana Santa son los pies, los labios o las manos, no es así para Felipe, que afirma sin dudar: “A más de la mitad de los músicos, lo que les duele es que se acabe la Semana Santa; ellos disfrutan mucho”.
En cuanto a la evolución musical de la provincia -en el ámbito cofrade-, Berenguel parece satisfecho al reconocer que algunas hermandades comienzan a valorar el aspecto musical. “Hay que tener en cuenta que antes había dos o tres bandas en toda la provincia que preparaban un repertorio más o menos cercano, que era el que las cofradías podían pedir”, cuenta recordando tiempos pasados.
El esfuerzo y la dedicación que Berenguel lleva por estandarte allá donde va ha calado en los integrantes de las bandas a las que dirige. “Son bandas trabajadoras; los músicos no van a hacerse los locos para tocar una marcha menos... Todo lo contrario, ellos mismos piden tocar más”, dice.
Si aún no lo han visto (cosa que se antoja difícil), búsquenlo detrás de los palios almerienses. Eso sí, no esperen su característica chaqueta granate, que ya es cosa del pasado.
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