¿El peso de las mochilas provoca escoliosis en los niños? Sal de dudas

Se aconseja que los niños no carguen con un peso superior al 10% de su peso corporal

Se aconseja que los niños no carguen con un peso superior al 10% de su peso corporal para evitar complicaciones.
Se aconseja que los niños no carguen con un peso superior al 10% de su peso corporal para evitar complicaciones. Pixabay
Europa Press
21:45 • 01 sept. 2020

Un 10% de los escolares presenta escoliosis. Ahora bien, las mochilas escolares y las malas posturas no provocan esta deformidad en la columna, pese a la creencia popular. No obstante, siempre se aconseja que los niños no carguen con un peso superior al 10% de su peso corporal, para evitar otro tipo de complicaciones.



Así lo asegura en una entrevista con Infosalus la doctora Ana Martínez Flórez, facultativo especialista en Medicina Física y Rehabilitación del Hospital Universitario Severo Ochoa de Leganés (Madrid), quien advierte a su vez que la escoliosis ‘per se’ no es dolorosa, de modo que cuando un paciente refiere dolor debe ser siempre motivo de estudio.



En concreto, Víctor Díaz Chacón, MIR 2º Año de Medicina Física y Rehabilitación en el H.U. Severo Ochoa de Leganés (Madrid), recuerda que la palabra ‘escoliosis’ deriva del griego ‘skolios’, que significa ‘torcido o curvado’. “La escoliosis es una deformidad de la columna vertebral, que consiste en una desviación lateral de la misma”, señala.



Actualmente, dice que se reconoce la naturaleza tridimensional de la escoliosis con desviación en los tres planos del espacio, y se puede clasificar según el valor angular de la curva medida en la Tele Radiografia en leves (menores de 20 grados), moderadas (entre los 20 y los 40 grados) y las severas (más de 40-45 grados).



“La prevalencia de la Escoliosis idiopática oscila entre 0,47 % - 5,2 %. En las curvas menores de 10 grados, la prevalencia es similar en niños y niñas. Sin embargo, la prevalencia en escoliosis estructuradas con curvas mayores de 30 grados presenta un ratio de uno a ocho, con mayor frecuencia de dicha patología en niñas. La incidencia es notable, con al menos un 10% de los escolares presentando escoliosis. Pero solo en el 0,5% de los casos, el valor angular de las curvas es superior a los 20 grados”, matiza Díaz Chacón.



Por sus posibles causas, la doctora Martínez Flórez, que es también miembro de la Sociedad Española de Rehabilitación y Medicina Física (SERMEF), aclara que entre el 80-85 % de los casos se denominan ‘escoliosis idiopáticas’, es decir, se desconocen las causas que la producen.



“El otro 20% puede tener una etiología variada, entre la cual, destacamos: Congénita asociada a malformaciones vertebrales (Hemivertebras, vertebras en mariposa); asociadas a enfermedades Neuromusculares (Parálisis cerebral infantil, Distrofias musculares, entre otras); y otras menos frecuentes como tumores, o las causas traumáticas, por ejemplo”, agrega.



Al ser una deformidad de la columna vertebral que se produce durante el crecimiento, la doctora del Hospital Universitario Severo Ochoa de Leganés señala que la mejor prevención es por tanto la detección precoz para poder controlar la evolución de las curvas escolioticas. “El diagnóstico inicial se realiza por medio de una inspección clínica del paciente (hombros a distinta altura, asimetría escapular, gibosidades o caderas más elevadas una que otra). Como la escoliosis idiopática más frecuente es la del adolescente, hay que prestar especial atención a la exploración de los niños entre los 10-11 años”, agrega.


Tratamiento y posibles complicaciones

En cuanto al tratamiento, la especialista de la SERMEF reconoce que éste puede ser “muy complejo”, y va a estar determinado por dos factores importantes: El grado de la curva y el estado de la madurez esquelética del paciente.


De este modo, la doctora Martínez dice que puede variar desde el seguimiento en consulta durante periodo de crecimiento; hasta la cinesiterapia en casos de escoliosis leve en pacientes en vías de madurez esquelética; o bien un tratamiento ortopédico con corsés en aquellos casos de escoliosis moderada, que se encuentren en vía de madurez esquelética y en las cuales se haya verificado aumento de la curva en más de 5 grados en los últimos 6 meses. “Y también existe el tratamiento quirúrgico para aquellas curvas graves, de más de 40-45 grados, habitualmente al final de la madurez esquelética”, añade.


Sobre las posibles complicaciones en la escoliosis, Díaz Chacón indica que en aquellos pacientes que presentan curvas leves, que son estacionarias y sin evolución con el tiempo, no conllevan complicaciones destacables.


Ahora bien, advierte de aquellos pacientes que presentan curvas con escoliosis moderada y grave sin tratamiento, evolucionan con dolor y una mayor deformidad, pudiendo incluso presentar complicaciones cardíacas y pulmonares, como por ejemplo la insuficiencia respiratoria restrictiva.


“Desde otro punto de vista, ya que esta patología se diagnostica de forma general en la adolescencia, es importante reseñar el impacto psico-social que puede tener la deformidad estética de la columna vertebral en si junto al tratamiento por medio de corsés, lo cual puede ocasionar trastornos psicológicos y la pérdida en la calidad de vida del paciente”, concluye la doctora Ana Martínez Flórez, facultativo especialista en Medicina Física y Rehabilitación del Hospital Universitario Severo Ochoa de Leganés (Madrid).


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