Hoy vamos a tratar un tema muy frecuente en las consultas de pediatría, los oxiuros, o más comúnmente conocidos como 'Lombrices'.
¿Qué son los Oxiuros?
Son unos gusanos blancos, muy finitos, de más o menos 0.5-1 cm de longitud, que producen con mucha frecuencia infecciones en niños sobre todo en torno a los 2-6 años.
Solo afectan a los humanos, no vienen de los animales (así que no hay que culpar a nuestro pobre perrito/gatito porque ellos no son responsables, jeje). Contraemos la infección, sin darnos cuenta, al ingerir los huevos microscópicos que ponen estos gusanos.
¿Dónde se encuentran los huevos de estas lombrices?
Los huevos se encuentran en las manos de la persona que tiene la infección, sobre todo en las uñas (por eso, aquellos niños que se comen las uñas tienen más facilidad para contraer la infección), y conforme vamos tocando objetos podemos ir transmitiéndolos. Es decir, el niño infectado lleva los huevos en sus uñas y los va depositando en los objetos con los que está en contacto: toallas, comida, juguetes...etc
Cuando nos llevamos las manos a la boca, ingerimos sin querer los huevos. Estos llegarán a nuestro intestino delgado, ahí crecerán las larvas, e irán avanzando hasta el intestino grueso donde se hacen adultas, alcanzando su tamaño habitual. Todo este proceso suele tardar mas o menos un mes.
Posteriormente las hembras adultas, empiezan a salir a través del ano, sobre todo por las noches, para poner huevos alrededor del culete, y al adherirse a la piel de la zona provocan irritación y picor muy intenso que obliga al niño a rascarse. Así los huevos pasan otra vez a nuestras manos y comienza nuevamente el ciclo.
Es un mito popular el relacionar las lombrices con la ingesta de chucherías, pero no hay ningún estudio que haya demostrado esta asociación.
¿Cuáles son los síntomas habituales?
El síntomas más importante va a ser el picor en la zona perianal, sobre todo por la noche, que es cuando salen las lombrices para poner más huevos. Pueden provocar sueño intranquilo, irritabilidad, pesadillas.
A veces las lombrices llegan a la zona genital, provocando también picor, irritación y lesiones por rascado.
Para aliviar el picor, podemos darle un baño de agua caliente y aplicar alguna crema suave.
Otros síntomas menos frecuentes pueden ser las molestias abdominales.
¿Cómo saber si mi hijo tiene lombrices?
En primer lugar lo vamos a sospechar por la clínica típica de picor anal nocturno, y confirmaremos el diagnóstico al observar directamente las lombrices en el ano, que son como pequeños hilillos blancos que se mueven alrededor del culete. En ocasiones también se pueden visualizar junto con las heces.
Si no conseguimos observar directamente los oxiuros, también se puede diagnosticar mediante el Test de Graham en el laboratorio, visualizando los huevos. Para recoger la muestra se coloca un trozo de celo en la zona perianal a primera hora de la mañana y analiza al microscopio.
¿Cuál es su tratamiento?
Por suerte el tratamiento es muy sencillo y rápido, así que no hay que preocuparse, que vamos acabar con ellos rápidamente.
Se utiliza un medicamento que se llama Mebendazol, y con una única dosis elimina rápidamente todos los gusanos adultos. El problema es que no destruye los huevecillos, por ello es importante a los 15 días repetir de nuevo el tratamiento.
Como el contagio es muy fácil entre convivientes, además del niño, se recomienda tratar a toda la familia.
Además del tratamiento, se recomienda llevar a cabo algunas medidas higiénicas: bañarse por las mañanas para eliminar los huevos que hayan podido poner durante la noche; cambiar con frecuencia la ropa interior y las sabanas, para reducir el riesgo de contagio o reinfección, y lavarlas con agua caliente.
Consulte el artículo online actualizado en nuestra página web:
https://www.lavozdealmeria.com/noticia/4/sociedad/234895/mi-hijo-tiene-lombrices-culpa-de-las-chucherias-sintomas-y-tratamiento