Un arresto disciplinario fue el elemento que cambió el designio de las vidas de dos miembros de la Benemérita. José G. agente de la Guardia Civil destinado desde hacía unos años en Vélez Blanco fue detenido por sus propios compañeros, después que en un forcejeo matase a su inmediato superior, el sargento Salvador Carmona disparándole un tiro con su arma reglamentaria.
Ocurrió la mañana del 24 de octubre de 1983 en las propias dependencias de la Benemérita de Vélez Blanco a cuyo mando estaba el sargento Carmona Ramos. Ese fatídico día, José G. se encontraba de permiso y fue requerido por el suboficial para que se presentara en el cuartel, comunicándole que le había sido impuesto un arresto de cinco días. El guardia civil, que iba de paisano, portaba su pistola reglamentaria, visiblemente alterado. mostró su desacuerdo por considerar desproporcionada la sanción impuesta por considerarla injusta.
La tensión fue en aumento originando una discusión entre ambos pasando de las palabras y acusaciones al forcejeo entre los dos hombres. Jose G. muy nervioso sacó el arma que llevaba en la cintura y efectuó varios disparos a su alrededor, uno de los cuales alcanzó mortalmente al sargento.
Al darse cuenta de la magnitud de lo ocurrido, el agente totalmente abatido salió visiblemente trastornado del cuartel y en la puerta, apenas había caminado unos veinte metros se dio de bruces con el coche que conducía el profesor de la escuela de sus hijos. Con el rostro descompuesto le pidió balbuceante que lo llevase a Vélez Rubio, porque había ocurrido, un desgraciado accidente. Tras subir al vehículo, el agente explicó entre sollozos al profesor lo que había sucedido. En el corto trayecto entre ambas localidades se cruzaron con un patrullero de la Guardia Civil desplazado desde Vélez Rubio alertado desde el cuartel donde se produjo el homicidio. En esos momentos, el homicida bajo del coche del profesor entregándose a los miembros de la dotación.
El sargento mientras tanto fue trasladado hasta el centro de Salud de Vélez Blanco y luego evacuado hasta la residencia sanitaria de Lorca donde ingresó cadáver falleciendo durante el trayecto.
La víctima, Salvador Carmona Ramos tenía 36 año, había nacido en Melilla, era padre de tres hijos y llevaba poco tiempo destinado en Vélez Blanco.
Por su parte, el homicida, de 40 años natural de Maria llevaba seis años destinado en Vélez Blanco se encontraba totalmente integrado siendo una persona muy considerada, y querida por sus convecinos y compañeros del Cuerpo.
Según se comentó entonces la victima le estaba haciendo la vida imposible a José G acosándolo profesionalmente y que cuando ocurrieron los hechos el agente homicida estaba atravesando una fuerte crisis emocional.
Aunque en un principio Jose G ingresó en una prisión militar, varios meses más tarde posteriormente regresó a Almeria y cumplió la condena impuesta en el centro penitenciario de Acebuche hasta su puesta en libertad años mas tarde.
Consulte el artículo online actualizado en nuestra página web:
https://www.lavozdealmeria.com/noticia/4/sociedad/252116/cronicas-del-ayer-un-agente-de-la-guardia-civil-mata-a-un-sargento