El almeriense Gabriel Ibarra no sabía cómo cambiaría su rutina el haber visto un video sobre las joyas de resina años atrás. Hoy en día este joven de 35 años tiene un pequeño negocio que se abre paso por redes sociales donde muestra sus diferentes piezas, con las que innova diariamente. Desde pendientes hasta llaveros , juegos de mesa, como el tres en raya, ajedrez, domino o ceniceros. Él convierte la resina en todo lo que quieras imaginar.
No es fácil dar los primeros pasos cuando se decide abrir un 'Small Business' (tendencia en auge) pero con el ánimo de las personas más cercanas a él, el virgitano Gabriel Ibarra, consiguió el impulso que necesitaba a seguir. La promoción de su trabajo a través de las redes sociales, tanto en Instagram como en Tiktok, ha sido una parte crucial de este viaje, que le animó para "abrir mundo, intentar buscar facilidades de que la gente nos conociera", cuenta el artesano a La Voz.
Comenzó compartiendo fotos y videos de su proceso creativo, y pronto encontró una comunidad que le apoya. Además, incluso realiza directos donde muestra su trabajo en vivo, brindando a su audiencia una visión íntima de su proceso y permitiéndoles conocerle detrás del producto.
Sin embargo, no se trata solo de aumentar la producción, sino también de seguir aprendiendo y mejorando en su oficio. Sueña con tomar cursos y capacitarse aún más en el mundo de la resina, buscando siempre innovar y sorprender con sus creaciones. En la producción, Ibarra opta por utilizar envases de materiales reciclados para preparar la mezcla de resina así como por limpiar minuciosamente tanto los envases como los moldes utilizados, dándole espacio también a la sostenibilidad.
Además de lidiar con la toxicidad del material y tomar las precauciones necesarias para proteger su salud, el artista se enfrenta al reto constante de cumplir con las expectativas de sus clientes. Esto se magnifica cuando se trata de encapsular objetos personales, ya que cada pieza es única y lleva consigo un valor sentimental incalculable para sus dueños. Igualmente esto es lo que le mantiene con ilusión: "Me siento muy agradecido por todos los encargos que recibo y todos los pedidos me hacen mucha ilusión", cuenta el artista.
Los pequeños comercios y su repercusión en redes sociales es una nueva tendencia, aunque realmente se trate de una resignificación de lo que siempre ha sido la artesanía. Dentro de una sociedad frenética se encuentran estos pequeños espacios dentro de las redes donde el tiempo se para y la dedicación por la pasión creando las piezas vuelve a ser valorada.
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