En los últimos tiempos la inteligencia artificial y sus asombrosos avances han acaparado la mayoría de las noticias tecnológicas. Sin embargo, esto no debería restar protagonismo a unos pequeños dispositivos que están generando gran expectación y que se perfilan como la próxima revolución en tecnología portátil.
Los smartwatches han dominado el mercado de los wearables (tecnología 'vestible') durante un largo periodo, pero su reinado podría estar en peligro debido a la llegada de los nuevos anillos inteligentes, que ya se vislumbran en el horizonte. Estos smart rings representan una nueva frontera en la tecnología, y parecen tener el potencial de superar a los relojes inteligentes al ofrecer funcionalidades similares, pero en un formato más compacto, discreto y sin la necesidad de recargarlos cada noche.
Esta tendencia emergente en gadgets ha llevado a los principales fabricantes a lanzar sus primeros modelos al mercado, convirtiéndolos en una moda más que extendida, y es que celebridades como Ilia Topuria, Cristiano Ronaldo, Will Smith, Jennifer Aniston, el príncipe Harry o Shaquille O'Neal ya lo utilizan.
Para qué sirven
El funcionamiento de este dispositivo es sumamente simple: el anillo está equipado con una serie de sensores que monitorean tu salud y se comunican con tu teléfono. A través de la aplicación correspondiente, los datos recopilados por el anillo son procesados y te ofrecen un informe detallado sobre tu estado físico.
Los anillos inteligentes son más discretos y, en muchos casos, más efectivos que los relojes inteligentes. Esto se debe a que la parte inferior del dedo proporciona un lugar más preciso para medir parámetros como el oxígeno en sangre y la frecuencia cardíaca, en comparación con la muñeca. Las funciones que ofrecen son variadas: desde el control de la temperatura corporal y la frecuencia cardíaca hasta la monitorización de los niveles de oxigenación en sangre y los patrones de sueño.
Pero eso no es todo; también permiten gestionar el estrés, seguir el ciclo menstrual, controlar los niveles de glucosa en sangre y mucho más. Además, su utilidad va más allá del ámbito fitness. Un anillo inteligente puede facilitar pagos mediante NFC sin necesidad de sacar el smartphone del bolsillo, abrir vehículos sin llaves (como en el caso de los Teslas), encender las luces del hogar con un simple toque en la parte superior del anillo o almacenar una cartera digital para acceder a eventos como conciertos o utilizar el transporte público.
Futuro
De momento, los anillos inteligentes no son para nada asequibles, los más completos oscilan entre los 300 y los 500 euros, pudiendo llegar incluso a superarlos, pero es evidente que cuanto más desarrollados estén más se ajustarán al mercado y más presentes estarán en los dedos de los almerienses. Que lleguen a convertirse en algo tan utilizado como el smartphone o se conviertan en el nuevo fracaso tecnológico solo lo decidirá el tiempo, pero no deja de ser interesante la capacidad que tienen las empresas para reinventarse constantemente a fin de estar a la vanguardia.
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