A medida que los termómetros han ido marcando máximos este verano los almerienses se han visto impulsados a buscar en tiendas especializadas o en centros comerciales sistemas de ventilación o refrigeración para hacer frente a las olas de calor.
Nada nuevo, en realidad, pero sí resulta novedoso el hecho de que en la actual campaña veraniega los ventiladores (clásicos o no tan clásicos) están ganando la partida a los aires acondicionados.
Así o han reconocido dueños o gerentes de establecimientos en los que se pueden adquirir los aparatos que deben servirnos para aliviar los embates del calor. Pero la razón en este caso no es la eficiencia o la capacidad de enfriamiento de los diferentes sistemas, sino la factura de la luz.
Las primeras semanas del verano coincidieron con la remisión de las facturas correspondientes a los meses de mayo y junio y los importes de esos recibos sorprendió muy negativamente a muchos de los usuarios de la electricidad, porque para muchos consumidores supuso tener que desembolsar cantidades sensiblemente superiores a los 200 euros.
Desde aquellos primeros meses se ha pasado al verdadero verano y a una sucesión de olas de calor y de registros que, como ocurrió en los últimos días de julio y en lo que se lleva transcurrido del de agosto.
Los recelos
Los comerciantes lo tienen claro, con los actuales precios de la electricidad muchas familias de Almería le temen más a la factura de la luz que a los efectos del calor, un ‘miedo’ que está en la base de que la demanda de ventiladores sea en este momento superior a la de los aires acondicionados.
Este año buena parte de las viviendas de la capital y del conjunto de localidades de la provincia, están optando por los ventiladores, que aportan una serie de ventajas que ha desgranado la Organización de Consumidores y Usuarios, entre ellas un menor coste a la hora de la compra, mucho menos gastos de instalación y un consumo energético muy reducido en comparación con el aire acondicionados.
Eficiencia En esa línea, por parte de vendedores y de instaladores se destaca el salto evolutivo que han experimentado los ventiladores que, en la actualidad, son mucho más eficientes y eficaces que otros sistemas de climatización.
Los más avanzados del mercado ofrecen un alto poder de refrigeración, un nivel de ruido mucho más reducido que los antiguos ventiladores y, esencialmente, una reducción del consumo tanto del sistema de ventilación como del sistema de iluminación (en el caso de los de techo), facilidad de instalación y efectos que convencen a muchos usuarios, entre ellos su capacidad para eliminar malos olores o el de no reducir la humedad del aire.
Pero sobre todo se convierten en una fórmula mucho más económica de hacer frente al calor del que tanto se está hablando estos últimos veranos; el ventilador abarata la factura de la luz en torno a un 30 por ciento respecto al aire acondicionado, sobre todo con los modelos de última generación que ‘prometen’ un costa mensual de electricidad de apenas un euro.
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