Más de 4 mil kilómetros y varias horas de trayecto son las que separan Tallin, la capital de Estonia, y Almería. Un trayecto que un almeriense realizó hace más de 15 años sin dejarse atrás la cultura, idioma y gastronomía de su tierra. Hablamos de Manuel Neftali, un almeriense que hace más de una década decidió emprender un negocio en la capital estonia que aúna la lengua, cultura y gastronomía española y, sobre todo, almeriense.
Su negocio, 'Hispaania Maja', algo así como Casa española en castellano, es un centro cultural que empezó en el casco antiguo de Tallin, pero hace algunos años se trasladó a una auténtica casa más en las afueras en la que ofrece eventos, charlas, clubs de conversación o lectura, así como, por supuesto, academia, librería y tienda gourmet de productos españoles. "En nuestra tienda gourmet vendemos productos muy limpios y sin aditivos. De Almería tenemos aceite de Almanzora o jamón serrano", explica Neftali para LA VOZ.
Una tienda gourmet que no solo importa productos almerienses, también del resto de España. "Nosotros visitamos las fábricas e importamos los productos por contacto directo con los productores. Unos alimentos españoles que, para sorpresa de muchos, son comprados por más estonios que españoles. "Los españoles en Estonia suelen traer ellos sus productos o pedírselo a sus familiares, nuestros productos lo compran más bien estonios que les gusta España", detalla.
El aceite es uno de los productos más adquiridos en la tienda de Neftali, precisamente en un país que no acostumbra a ingerir productos como este. "En Estonia lo frito prácticamente no existe. Los productos tradicionales son mayormente salados o encurtidos, como los pepinillos". Una gastronomía muy distinta a la española que podría ser el secreto que hace triunfar al jamón o el aceite entre los estonios.
Neftali en 'Hispaania Maja' no solo comercializa alimentos, también ofrece el servicio de academia y librería. De hecho, una de sus actividades más especiales es enviar algunos de sus alumnos en una auténtica inmersión cultural y lingüística que tiene lugar en Andalucía. Una auténtica inmersión porque además de aprender el idioma y la cultura consiguen probar la gastronomía y experimentar el clima que caracteriza el sur de España.
Un país oscuro y con poca vida social
Precisamente el clima es una de las grandes diferencias entre España y Estonia. No obstante, para Manuel Neftali y su vivencia como almeriense residente en Estonia la nieve y el frío no es lo peor del país báltico. "A pesar de que el invierno es muy duro porque bajan mucho las temperaturas, para mí lo más duro es la oscuridad y la falta de vida social. En Almería, aunque no sea una ciudad muy grande, hay mucha vida social, muchos negocios de barrio, en definitiva, hay vida", apunta Neftali.
A pesar de que Almería sea una ciudad que Neftali recuerda con nostalgia, no todo es perfecto para él, sobre todo, una vez viene desde un país como Estonia. "Cuando vuelves de fuera te das cuenta de lo sucia que es Almería. En general, la sociedad es mucho más limpia aquí, en Almería la gente es más sucia y el mobiliario no está muy cuidado", explica.
No obstante, Manuel Neftali ha demostrado su amor incondicional a su tierra llevando un trozo de su cultura hasta Estonia. "No paro de hacer promoción de Almería. Cada vez que hay eventos sobre cine que haya sido rodado en Almería me gusta participar y explicar todo lo relacionado con Almería. También estoy muy orgulloso, por supuesto de Cabo de Gata o Tabernas, me encanta", concluye el almeriense que, de momento, seguirá residiendo en la capital estonia difundiendo un trocito de nuestra cultura y tradición.
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