El rasgo físico que le ha costado más de un papel a Sigourney Weaver

La icónica actriz ha demostrado que la perseverancia y el talento superan cualquier obstáculo

Sigourney Weaver
Sigourney Weaver La Voz
Isabel Gallardo Llergo
11:55 • 30 nov. 2024 / actualizado a las 14:01 • 30 nov. 2024

Sigourney Weaver se ha destacado como una de las personalidades más relevantes del cine, reconocida por su habilidad para interpretar personajes complejos y por su imponente presencia en pantalla. Su ascenso al estrellato se dio con su inolvidable papel de la teniente Ellen Ripley en Alien, un personaje que no solo marcó un hito en la ciencia ficción, sino que también la posicionó como un símbolo de mujeres fuertes y decididas.



A lo largo de su extensa carrera, Weaver se ha consolidado como una de las grandes figuras del cine de acción y ciencia ficción. Su talento y dedicación le han valido tres nominaciones al Oscar: como Mejor Actriz por Aliens: El regreso (1986), dirigida por James Cameron, y por Gorilas en la niebla (1988). Además, recibió una nominación como Mejor Actriz de Reparto por su actuación en Armas de mujer (1988), dirigida por Mike Nichols



Desafíos y prejuicios en una industria exigente




A pesar de su innegable talento, Sigourney ha tenido que enfrentar obstáculos en la industria debido a su altura de 1,82 metros. Este rasgo físico, que a menudo supera a los actores masculinos con los que comparte escenas, le ha cerrado algunas puertas en el mundo de Hollywood. En una entrevista, la actriz compartió cómo esta situación le dificultó conseguir ciertos papeles: "He perdido muchos papeles debido a mi altura. Con tacones llego a medir 1,90 metros, y los productores no me consideraban adecuada para algunos papeles". Incluso, recordó que en su juventud llegó a pintarse los zapatos para parecer más baja y así obtener una oportunidad en una producción.



Una carrera llena de logros




A pesar de los obstáculos que enfrentó por su estatura, Sigourney Weaver nunca dejó que eso definiera su carrera. Con películas como Los cazafantasmas (1984), La tormenta de hielo (1997) y Avatar (2009), la actriz demostró que su talento superaba cualquier prejuicio físico. Además, su colaboración con James Cameron tanto en Avatar como en la secuela de Alien reafirmó su importancia dentro de la industria.



Legado de perseverancia y autenticidad




El legado de Sigourney Weaver no se limita a sus premios o taquillas. A lo largo de los años, se ha convertido en un modelo de perseverancia y autenticidad, demostrando que las barreras físicas no tienen por qué detener a una persona talentosa. Su trayectoria continúa siendo una inspiración para muchas mujeres en una industria que aún lucha por superar los estereotipos. Su capacidad para superar obstáculos y mantenerse fiel a sí misma la convierte en un referente de fortaleza y determinación.


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