En su primera película, ‘Aparecidos’, tiñó de fantasmas un drama político. Y en ‘Carne de neón’, su segunda vez, lo puso todo en el asador: acción salvaje en salsa de humor negro para entrar en Hollywood. Allí ha dirigido ‘Tokarev’, con Nicolas Cage, y ‘Mr. Right’, con Sam Rockwell y Anna Kendrick. Ahora disfruta como un niño (travieso) con la serie de terror del momento, que le ha traído hasta Almería.
“Mira, aún sale polvo”, dice mientras sacude fuerte sus zapatillas: ya lleva un par de días rodando en Tabernas y se nota. Tras la entrevista se cruzará con Timothy Dalton en el hall del Catedral y se fundirá con él en un abrazo. Mientras otros perderían el norte, Paco Cabezas (Sevilla, 1976) mantiene la suya muy bien amueblada. Y siempre con una sonrisa, aunque ahora le salpique la sangre de ‘Penny Dreadful’, cuyo rodaje en la provincia concluye esta semana.
¿Qué sensaciones le deja el rodaje de esta tercera temporada?
Muy buenas. El equipo irlandés y el español, que es magnífico, se han hermanado muy bien. Venimos de rodar en Irlanda, la mayoría en estudio, con unos decorados góticos, oscuros, maravillosos, así que el reto ha sido sacar a la serie de ese ambiente opresivo y llevarla a la luz abierta del desierto de Almería. Estamos sacando unos planos espectaculares. Además, como soy fan de la serie, poder expandirla visualmente es un gustazo.
Con esa mezcla de géneros [la serie es un homenaje a personajes de terror de la literatura victoriana] parece que hubieran creado ‘Penny Dreadful’ para usted.
Sin duda. Nunca he rodado nada tan violento como esta temporada y quienes hayan seguido mi trayectoria saben que he hecho cosas bastante violentas. Cuando tuve la primera reunión con John Logan, el ‘showrunner’ de la serie, y leí los guiones me parecieron increíbles. Le dije: “Mira, no soy digno de tocar una sola de tus frases, están maravillosamente escritas, pero creo que el terror aquí y aquí y la acción aquí y aquí le daría más fuerza, más potencia”. Y él, encantado de que le diera ese punto. Al final he dirigido cuatro capítulos, incluyendo el final de temporada. Pasan cosas muy gordas y el capítulo final es apoteósico. Como fan, haberlo rodado ha sido brutal.
Curioso: J. A. Bayona dirigió el inicio de la serie y usted firma el final de esta entrega.
Él es más sutil que yo (risas). Yo soy más barroco, más brutal. Tenemos una relación muy graciosa, porque yo escribí ‘Spanish Movie’, donde parodiábamos todo su universo y él salía haciendo de hobbit con su hermano. Es divertido cómo seguimos conectados: yo he retomado su trabajo pero multiplicándolo por mil.
¿Será esta temporada decisiva para terminar de conquistar a la audiencia?
‘Penny Dreadful’ es como ‘Mad Men’: mundialmente no son ‘Juego de Tronos’ pero tienen sus fans, acérrimos. Los guiones son maravillosos, ojalá pudiera escribir el cinco por ciento de lo que escribe Logan. Contactaron conmigo para la segunda temporada pero no pude al estar rodando ‘Mr. Right’. Y estoy contento, porque en mi opinión los elementos de terror, acción, thriller y drama gótico están muy bien acompasados y tienen mucha fuerza en esta entrega. Soy de los pocos que saben qué va a pasar en esta temporada. Ya he visto mi montaje, que ahora tienen que supervisar los productores, y hay momentos en los que he llorado muchísimo.
La trama que le ha traído a Almería se centra en el personaje de Josh Hartnett, que regresa a Texas. ¿Cómo es el oeste que muestra en pantalla?
Sergio Leone es el director por el que hago cine: él y Scorsese reinventaron el lenguaje cinematográfico en los setenta. ‘El bueno, el feo y el malo’, ‘Hasta que llegó su hora’... en ellas, el lenguaje visual, la cámara, es un personaje que cuenta una historia. Dicen que en la televisión va todo muy rápido pero donde va rápido es en el cine independiente, donde se rueda a mil por hora: allí puedes tener grúa un día o dos mientras que aquí tenemos grúa todos los días, así que puedes ensayar por la mañana con Tim [Dalton] y Eva [Green] y rodar por la tarde, lo que te permite experimentar visualmente muchísimo. La interpretación está tan cuidada, los guiones tan bien escritores, que te dan libertad para que le des tu estilo. He querido que el contraste sea lo más brutal posible: pasar del oscuro y lluvioso Londres de principios de siglo XIX a un abrasador desierto en el que se achicharren los personajes. Estoy haciendo todos los esfuerzos posibles por mostrar Almería como nunca se ha visto.
Como otros personajes de sus películas (Mario Casas en ‘Carne de neón’, Nicolas Cage en ‘Tokarev’), el personaje de Josh Hartnett tiene un pasado oscuro.
Todos tienen un pasado oscuro y moralmente se mueven en una zona gris que siempre me ha interesado como director y guionista. No son personajes blancos o negros, todos toman decisiones muy cabronas. He tenido conversaciones muy interesantes con Josh y con Tim sobre sus personajes, sobre cómo a veces se pasan al lado oscuro y hacen cosas moralmente terribles. Y en esta temporada, no te quiero ni contar...
¿Quién eligió Almería como localización?
Cuando yo llegué, ya habían tomado la decisión. John Logan me contó que esta trama se iba a rodar en Almería y yo les dije que nací en Sevilla y que era español aunque para ellos fue algo secundario (risas). Aunque haya sido de carambola y ya haya venido ‘Juego de Tronos’, estoy muy contento de haber traído una serie como ésta a España, concretamente a Almería. Es un orgullo. Llevo tres años peleándome en Los Ángeles con productores para traer cosas aquí y el problema siempre es el del incentivo fiscal, que es muy bajo. A ver si cosas así sirven para que los políticos cambien el chip.
Algunas voces hablan de dotar a Almería de unos estudios. ¿Lo vería necesario?
No creo que tenga sentido. Canarias es el camino a seguir. En otro proyecto íbamos a ir a Colombia porque tienen un incentivo fiscal del 35 por ciento pero no tienen equipos formados. La clave es tener una base humana y profesional potente y que si una producción se va a gastar cien millones pueda recuperar el treinta por ciento. Están generando puestos de empleo más trabajos secundarios... Si preguntas a un taxista o a un camarero en Estados Unidos qué conoce de España te habla de las películas de Almodóvar y Amenábar: no ha visto un spot de ‘Vente a Andalucía’ en su vida. El cine es un arma de promoción y de turismo brutal, más de los que los políticos quieren reconocer o desconocen. Lo importante es reforzar los equipos de rodaje, concretar los incentivos fiscales... ¡y que pongan el AVE desde Madrid a Almería! (risas).
Decía que llegó a ‘Penny Dreadful’ por ’Carne de neón’. Vaya tarjeta de presentación.
La principal lección que he aprendido es que hay que ser fiel a uno mismo. En un momento clave, uno de los productores me dijo que hiciéramos algo más comercial, más abierto al público, y yo me empeñé en hacer algo más personal. Eso hizo que quizás ‘Carne de neón’ no fuera un pelotazo pero se vio en el festival de Tribeca. Allí se me acercó un tipo que la vio, me dijo que era muy personal y que si quería trabajar en Hollywood. Hoy, cuando trabajo con actores como Sam [Rockwell] y Anna [Kendrick] te dicen: ‘Carne de neón’, so fucking great! Y que si la madre tal o que si el travesti era de verdad... Al final, los que trabajan en cine o televisión quieren engancharse a unas emociones más allá de hacerlo con alguien que sepa mover la cámara: eso es la parte técnica y ellos buscan a quien sepa conectar con ellos y les ayude a representar esas emociones. Hace cinco años de ‘Carne de neón’ y sí que ha sido la llave que me ha abierto puertas en Estados Unidos. Por eso, cuando me preguntan en escuelas de cine cómo he llegado a Hollywood, les digo que hay que ser fiel a uno mismo, hacer algo diferente y que te represente. También son importante las cuatrocientas reuniones pero esa ha sido la llave, lo que marca la diferencia.
Nunca ha eludido el riesgo. Lo hemos visto en sus guiones de ‘Sexy Killer’ o ‘Spanish Movie’, que en su momento era un poco kamikaze: hacía bromas con directores consagrados del cine español.
Tengo una gran habilidad para meterme en marrones. Con diecisiete años, cuando ya soñaba hacer cine, tuve un accidente de coche donde casi nos matamos. Ese día me planteé que me lo iba a tomar en serio, que me iba a dejar la vida en esto, haciendo algo diferente, arriesgado. A ‘Spanish Movie’ quise darle la vuelta y estoy orgulloso, porque a nivel de trama todas las escenas son una parodia de películas de Almodóvar y Amenábar y todas forman una trama hasta el final. Cuando veo a los productores, les digo que para cuándo la segunda parte...
En Estados Unidos ya irían por la cuarta.
Claro, con el dinero que hizo… Ahora nos pondríamos las botas con ‘Palmeras en la nieve’ (risas). Mario [Casas] y yo somos colegas, sé que se lo tomaría bien. Yo soy muy inquieto, si me dice que algo no se puede… Parece que el cine español es como un pobre niño tísico, como el Timmy de ‘Cuento de Navidad’. Hay que romper barreras, estamos aquí para hacer algo divertido. Mientras me dejen...
¿Y cuál es la parte más dura de todos estos años en Hollywood?
Ser fiel a uno mismo es muy jodido. Estoy feliz de haber trabajado con Nicolas Cage y hay ciertas cosas de ‘Tokarev’ de las que estoy contento pero estoy muchísimo más orgulloso de ‘Mr. Right’, que espero que veáis pronto: es prima hermana de ‘Carne de neón’. Tiene guion de Max Landis, que es un loco como yo… No entiendo el cine de autor, no comprendo el concepto: hago las películas para el público. En un sistema donde lo importante son las estrellas, el público, donde hay millones de pases y de remontajes, es difícil no perderte. Pero al mismo tiempo es un placer trabajar con alguien como Tim Roth, al que con doce años vi en ‘Reservoir Dogs’ y dije: quiero hacer este cine.
¿Qué puede contar de ‘Men with no fear’, su próximo proyecto?
Es el único guion mío que sigo intentando levantar. Tenemos cerrados a Sam Rockwell y a Josh Hutcherson, de ‘Los juegos del hambre’, como protagonistas y a Bryan Singer como productor. Hollywood es como ir a Las Vegas, nunca sabes qué va a pasar. Hoy te digo esto y quizás dentro de un año estoy haciendo ‘Tortugas Ninja 7’ o rodando el remake de ‘Cazafantasmas’ en Tailandia. O aquí en España, ojalá. Ningún director controla su destino. Cuando te preguntan: por qué esta película, en este momento… Porque es la que hemos podido hacer, la que hemos conseguido pelear. En mi caso ha sido ‘Mr. Right’: cuando llegué a Hollywood fue la primera que quise hacer.
No descarta rodar en España.
Me siento un extraño en mi tierra, ya que realmente el noventa y cinco por ciento de lo que he hecho ha sido en Argentina, en Chile, en Nueva Orleans… Me encantaría trabajar aquí, con actores españoles como Raúl Arévalo o Carlos Areces, que para mí son las verdaderas estrellas ahora mismo. No sé qué será lo próximo pero rodar aquí sería una ilusión.
¿Y volvería a una cuarta temporada de ‘Penny Dreadful’ si la hubiera?
No te puedo decir si será así, pero si la hicieran, por supuesto. Mi relación con los actores y con el equipo es maravillosa. Si encima, multiplicamos todo lo de esta tercera temporada por diez y hay más capítulos tipo ‘La boda roja’, donde matemos a mucha gente... ¿dónde hay que firmar? (risas).
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