Rodalquilar, un museo al aire libre con la obra de 77 artistas

La tierra de tonos rojizos en la que nació la periodista y escritora Carmen de Burgos y que vio salir de sus entrañas el oro que trajo a Almería parte de su esplendor minero durante el siglo XX es este verano un museo a cielo abierto. A su encanto habitual como corazón del Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar, Rodalquilar incorpora una iniciativa cultural pionera en Andalucía a través de la que 77 artistas decoran sus calles y plazas.

‘Rodalquilarte’ -así se llama el proyecto- es una idea de la pintora almeriense Encarna Morales que aglutina a creadores de todo el mundo unidos por su amor por estos paisajes de pitas, tonos ocres y un mar azulísimo. Amor que los ha llevado bien a establecerse de forma permanente en esta localidad nijareña y sus alrededores, bien a visitarla a menudo en busca de inspiración. “La mayoría tiene su estudio aquí, o está vinculado a la zona porque se inspira en su luz y en su naturaleza”, explica a LA VOZ el alma máter de la iniciativa.

Son integrantes de un movimiento cultural que lleva años latiendo en el Parque y que, según Morales, ha hecho de éste “una mina de artistas” con nombres belgas, ingleses, holandeses y también españoles, con representantes almerienses como el Premio Nacional de Fotografía en 2003 Carlos Pérez Siquier. 

La fotógrafa suiza Jeanne Chevalier, la escritora inglesa Shelan Rogers y el pintor francés Philippe Lagaillarde, entre otros, han puesto asimismo su talento al servicio de este grupo ‘cabogatero’ y de este proyecto en el que también participan periodistas como Nieves Concostrina y Jesús Pozo.

Multidisciplinar
Hasta el mes de septiembre, pintura, escultura, fotografía, cerámica, telares, instalaciones, literatura y hasta música visten a través de grandes lonas las fachadas de las casitas de planta baja de Rodalquilar, desde su abandonado poblado minero hasta las construcciones más modernas.

En un ejemplo de trabajo colectivo, ‘Rodalquilarte’ ha contado con la complicidad de los vecinos que, encantados, han ofrecido sus paredes a esta causa artística, que se ha convertido en un nuevo aliciente para visitar el enclave nijareño. “Cada fachada es diferente y cada lona y cada obra, también. Es un trabajo que ha sido estudiado al milímetro y que hemos financiado entre los artistas, el Ayuntamiento de Níjar y algunos patrocinadores privados”, añade Encarna.

El paseo por la localidad se asemeja ahora al recorrido por una galería de arte al aire libre en el que el observador encuentra obras que le invitan a pensar o a evadirse. A recrearse o a soñar. Pequeñas ventanas al talento que se ocupan del día a día de un Parque Natural que es hogar e inspiración. Que es cuna de artistas.