La poesía almeriense rinde homenaje a Juan Ramos en Uleila del Campo

En Almería, solo hay que hacer unas pocas decenas de kilómetros para pasar del sofocante verano a un incipiente invierno. El mismo viento deLevante, lo que en la capital es fuego, en pueblos como Uleila del Campo en la falda los Filabres es templado y frío.

Ya va por la cuarta edición del encuentro de poetas almerienses en una localidad con una amplia tradición cultural en el estío y de cuya culpa mucho tuvo que ver Juan Ramos Peña, que fuera alcalde de Uleila del Campo, director del mítico hotel Alborán de Retamar y sobre todo, un incansable agitador cultural de su pueblo que tanto amó.

Homenaje
Desgraciadamente, Juan Ramos falleció este año y ha sido en torno a  su memoria por lo que un grupo de poetas almerienses encuadrados en el colectivo Poetas del Sur han unido versos para dar el merecido homenaje a un personaje que hizo mucho por llevar la cultura a los pueblos y que, en este caso, sembró una sana costumbre de ser Uleila del Campo un lugar para que los poetas puedan propagar su palabra en el aire serrano de un pueblo que parece sacado de un cuento.

El acto se desarrolló en la plaza donde están la iglesia y el ayuntamiento, al lado del centro de interpretacion del Trabajo Tradicional, en una noche donde el levante refrescó de una manera casi traicionera pues muchos de los invitados se las vieron para poder mantener el calor de su cuerpo. Ayudó la fuerza de los versos que en esta noche quisieron ser más cálidos en honor de Juan.

Poetas del Sur Jacinto Soriano, uno d e los artífices del acto poético que se desarrolla en Uleila, glosó la figura de Juan Ramos y recordó la primera cita poética en 1990 con Julio Alfredo Egea, Juanjo  Ceba y Domingo Nicolás como primeros invitados. Justamente, Domingo Nicolás estuvo ayer presente de nuevo junto a los poetas  Perfecto Herrera, Pedro Soler, María Lago, Paqui Sánchez, Mar Verdejo y Diego Alonso que completaron un acto lleno de sensibilidad .
La voz de Sensi Falán fue siendo el hilo conductor del acto que terminó con un  recital ante un público que no dejó de aplaudir y que, con su silencio, hizo más facil el recitado de los versos a los poetas reunidos en Uleila del Campo.