Empezó hace cinco años como lo hacen tantas cosas en el flamenco: la reunión de un grupo de amigos, y de vecinos, en torno a una mesa con comida, un vino para brindar y una fecha a la que cantar. En este caso era la Navidad, y por eso la mesa estaba llena de dulces, mazapanes y anís. También, como en tantas cosas de Almería, la guitarra y la música la puso el Niño de las Cuevas, con sus hijos y amigos de la Peña El Morato.
La idea fue de Miguel Naveros, como tantas otras que han terminado uniendo a tanta gente. Aquel encuentro informal se fue repitiendo cada año, y tomando peso, y vida propia. El pasado sábado fue su quinta edición. Ya se lo esperaba, y se empieza a reclamar su inclusión en el programa del Ayuntamiento.
Este año fue el primero en que no estuvo Naveros, el hombre que comenzó todo cuando se puso al frente de Zebras, y muchos habían ido a recordarlo. A veces la vista se iba a buscarlo, sentado en un rincón con su gabardina y su sonrisa. La plaza se llenó de amigos, niños y vecinos, y entre los villancicos flamencos y el baile, fue una mañana de sentarse a compartir. De modo que allí estaba él, de todas formas. Regalando a la gente una nueva fecha para reunirse a conversar y compartir. Puro Naveros.
Consulte el artículo online actualizado en nuestra página web:
https://www.lavozdealmeria.com/noticia/5/vivir/143880/villancicos-flamencos-para-conversar-y-compartir